La contratación de cientos de médicos cubanos para atender el déficit en comunidades rurales de México ha costado casi 24 millones de dólares, según un informe de la revista The Lancet. A pesar de esta inversión, la estrategia no ha logrado mejorar el acceso a la atención médica en el país.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador había intentado incentivar a médicos mexicanos a trabajar en áreas rurales desatendidas, ofreciendo aumentos salariales modestos. Sin embargo, estas propuestas fueron consideradas insuficientes por los profesionales de la salud, lo que resultó en una escasa respuesta al programa del IMSS-Bienestar, destinado a brindar servicios médicos a ciudadanos sin seguridad social.
Ante el fracaso de esta iniciativa, el gobierno mexicano optó por reclutar a 610 médicos cubanos entre 2022 y 2023. En septiembre de 2024, López Obrador anunció la contratación de 3,100 médicos cubanos adicionales para trabajar en 23 estados, posicionando a México como uno de los principales empleadores de médicos cubanos a nivel mundial.
The Lancet también destaca la indignación entre médicos locales desempleados, quienes ven en esta política una amenaza a sus oportunidades laborales. La llegada de profesionales médicos extranjeros podría forzar a los médicos mexicanos a buscar carreras alternativas debido a la competencia en el mercado laboral.
Además, la exportación de médicos cubanos ha suscitado críticas internacionales, con preocupaciones sobre derechos humanos. Se ha señalado que la mayor parte de los ingresos generados por estos médicos es retenida por el Gobierno cubano, lo que se considera una forma de “esclavitud moderna”. Este sistema permite al gobierno cubano recaudar cerca de 11 mil millones de dólares anuales a través del trabajo de más de 40,000 médicos en 67 países.
El informe también resalta los desafíos que enfrenta México para aumentar su oferta interna de médicos. De más de 165 escuelas de medicina en el país, solo 15 están acreditadas por el Consejo Mexicano para la Acreditación de la Educación Médica, lo que genera variabilidad en la calidad de la educación médica y complica la creación de una fuerza laboral calificada para atender las necesidades de salud del país.
En conclusión, The Lancet advierte que simplemente aumentar el número de médicos no es suficiente para mejorar el acceso a la atención médica en México, sugiriendo que se requiere una evaluación más profunda y estrategias más efectivas para abordar el problema.