Y es que de acuerdo con el sindicato patronal y la cúpula del sector privado del país ante esos flagelos, que tienen niveles nunca antes vistos, los habitantes están perdiendo la paciencia debido a la impasibilidad de las autoridades, informa La Jornada.
“La inseguridad está causando un severo daño económico, un impacto sobre la capacidad de nuestro país para atraer inversión, generar empleo y desarrollar un círculo virtuoso de pacificación a partir de la generación de riqueza”, dijo Gustavo de Hoyos Walther, presidente de la Coparmex.
Asimismo, señaló que esta contienda electoral que se desarrolla en el país no tiene que ser pretexto para no aplicar políticas que disminuyan la inseguridad.
De acuerdo con De Hoyos, los niveles críticos de violencia se reflejan en los asesinatos de periodistas, que han colocado a México como el segundo país más peligroso para ejercer esa profesión, después de Afganistán.
Asimismo, planteó seis medidas urgentes para combatir la violencia y el crimen, las cuales son la prevención del delito, diseñar una arquitectura institucional, mejorar el sistema penitenciario y la procuración de justicia, corregir errores de tipología penal y profesionalizar a los policías.
Por su parte, Juan Pablo Castañón, presidente del CCE, denunció y dijo que es inaceptable que las autoridades de los tres niveles de gobierno sean omisas e “impasibles” para proteger la integridad de trabajadores e inversionistas.
Al subrayar que los altos niveles de violencia se han convertido en los mayores obstáculos para la actividad productiva, dijo algunos ejemplos de algunas compañías que han tenido que cerrar en algunas entidades del país por la inseguridad.
Ante ello, dijo que “los empresarios demandamos que no se postergue más la profesionalización de las policías, que se multipliquen los elementos donde sea necesario y se coordinen acciones con las fuerzas armadas cuando las autoridades civiles sean rebasadas por la delincuencia”.
Fuente: sdpnoticias.com