Ciudad de México— Detener la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) costaría 100 mil millones de pesos al Gobierno: 60 mil millones por las obras ya hechas y 40 mil millones de gastos no recuperables de contratos ya firmados, dijo Javier Jiménez Espriú, propuesto como próximo titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Al presentar el dictamen técnico sobre el NAIM, Jiménez Espriú señaló que estos costos tendrían un impacto considerable en el Presupuesto federal de 2019, por la aceleración de los gastos financieros adquiridos, y tendría un posible impacto negativo en los mercados financieros.
El dictamen realizado por el próximo Gobierno acotó las opciones para la nueva terminar aérea a dos: frenar su construcción o no.
Jiménez Espriú explicó que la primera implicaría que se mantengan las operaciones del actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y construir dos pistas en la Base Aérea de Santa Lucía.
La posibilidad de que el NAIM siga en marcha mediante una concesión a un privado no fue mencionada.
La puesta en marcha de la terminal, dijo, representaría una mayor capacidad para operaciones aéreas y ya tiene un avance del 31 por ciento.
Sin embargo, su costo es un aspecto negativo, ya que se encareció al pasar de 169 mil millones de pesos en 2014 a 300 mil millones de pesos actualmente.
Además, hay un retraso de cuatro años en su construcción.
Jiménez Espriú también resaltó que la obra representa impactos ambientales negativos.
En contraste, construir dos pistas en Santa Lucía y mantener operaciones en el AICM implica menor tiempo para el inicio de operaciones y menor afectación a la Ciudad de México, entre otros factores.
Esta opción tiene a su favor además, señaló, menores costos de construcción, que serían de 70 mil millones de pesos, y de mantenimiento.
Sin embargo, informó, un dictamen de MITRE, perteneciente al MIT y especializado en temas aeronáuticos, expone que no es viable operar paralelamente dos aeropuertos.
Especialistas del próximo Gobierno han recomendado que otra empresa realice un nuevo estudio para determinar si es así, expuso.
Hacer ese nuevo estudio tomaría alrededor de 5 meses y costaría entre 150 y 200 millones de pesos, detalló.
Jiménez Espriú reconoció que cancelar el NAIM implicaría negociar con acreedores.
Por otra parte, detalló que el dictamen técnico ya está disponible en Internet para que todos puedan consultarlo.
El 8 de septiembre se darán a conocer los dictámenes y se presentarán las bases para iniciar las mesas de consulta para que la ciudadanía tome la decisión definitiva, añadió el presidente electo, López Obrador.
Fuente: diario.mx