Crisis hídrica en México: Presas al borde del colapso

Conagua reporta que 42 presas están por debajo del 10% de su capacidad; 10 están completamente vacías.

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó una alarmante situación en las principales presas de México. De las 210 presas más importantes del país, 42 reportan menos del 10% de su capacidad, y de estas, 10 se encuentran completamente vacías. El panorama general muestra que, en promedio, las principales presas están al 35.3% de su capacidad total.

Las diez presas completamente vacías se distribuyen en varias cuencas del país. En la cuenca del Golfo Norte, se encuentran El Centenario, La Venta y Divino Redentor, todas ubicadas en el estado de Querétaro. En la cuenca de Lerma-Santiago-Pacífico, las presas vacías son Peñuelitas, El Palote y Bordo de Tavamatacheo en Guanajuato, y Tres Mezquites en Michoacán.

En la cuenca Noreste, las presas Punta de Agua y Hermosillo, ambas en el estado de Sonora, también se han secado por completo. Además, en las cuencas centrales del norte, la presa El Potosino, en San Luis Potosí, se encuentra en la misma situación crítica.

Por otro lado, de las 210 presas monitoreadas, sólo siete están por encima del 90% de su capacidad. Tres de ellas están en la cuenca de Lerma-Santiago-Pacífico: Chila, en Jalisco; El Niágara, en Aguascalientes; y San Rafael, en Nayarit. En la cuenca de la Península de Baja California, se encuentra una presa con buen nivel de agua, y otra en el Golfo Norte, conocida como La Esperanza, en Hidalgo. La presa La Villita, en Michoacán, está ubicada en la cuenca del Balsas, y la presa Madín, en el Estado de México, se encuentra en las Aguas del Valle de México.

Este reporte se da en medio de la tercera ola de calor que afecta al territorio nacional, con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) advirtiendo que en los próximos 15 días el país experimentará las temperaturas más altas de su historia. Desde el 16 de abril, el gobierno de México había anunciado que el país enfrentaría al menos cinco olas de calor, las cuales comenzaron en marzo y se espera que continúen hasta julio. Esta situación de sequía y altas temperaturas agrava la crisis hídrica, poniendo en riesgo el abastecimiento de agua para millones de personas y la agricultura en diversas regiones del país.

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