En medio de una aguda crisis política, Nuevo León enfrenta su segundo día de incertidumbre y controversia con dos personas que reclaman ser el legítimo gobernador. Samuel García, quien se negó a tomar la licencia otorgada por el Congreso, argumenta que al no utilizarla, retoma automáticamente su cargo constitucional, invalidando el interinato de Luis Enrique Orozco.
Durante la supervisión de una obra pública en Escobedo, García afirmó no incurrir en desacato y desacreditó las afirmaciones de la existencia de dos gobernadores, argumentando que la voluntad popular lo eligió como gobernador constitucional. No obstante, acusó a “el PRIAN” de intentar negociar su licencia e interinato a cambio de recursos millonarios y concesiones políticas.
Mientras tanto, Luis Enrique Orozco, designado como gobernador interino por el Congreso, recorrió los municipios de Agualeguas y Parás en un intento por fortalecer la comunicación con las localidades. En su recién creada cuenta de Instagram, compartió imágenes de sus actividades y expresó su compromiso de trabajar en conjunto con los municipios.
El ambiente político se tensa aún más con el rechazo de Fuerza Civil a una reunión solicitada por Orozco, quien previamente se desempeñaba como vicefiscal del estado. Mientras tanto, la incertidumbre persiste, y la población observa con atención los acontecimientos en este estado, sumido en una situación política sin precedentes.
