La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que la apertura a la prensa del rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, fue para que cada quien sacara sus propias conclusiones y cuestionó cómo se ha construido la versión del llamado “campo de exterminio”.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum explicó que la investigación está dividida en dos aspectos: por un lado, el caso de las personas desaparecidas y, por otro, la manera en que se ha difundido la historia del rancho como un “campo de exterminio”.
La mandataria narró que, en su momento, la Guardia Nacional ingresó al lugar y se realizaron detenciones. Posteriormente, el fiscal estatal presentó su versión de los hechos y después, a través de las fotografías difundidas por colectivos de búsqueda, se dio a conocer la existencia de ropa y otros indicios en el sitio.
“Entonces, la Fiscalía General de la República (FGR) tiene que hacer su investigación, y me parece bien que se haya abierto el lugar”, señaló.
División del caso en dos frentes
Sheinbaum explicó que el caso del rancho Izaguirre se analizará desde dos perspectivas: en primer lugar, el tema de las personas desaparecidas, con reformas legales para prevenir y sancionar a los responsables, además del compromiso de seguir apoyando a las familias en la búsqueda y proporcionar estadísticas claras.
En segundo lugar, se investigará cómo fue creciendo la versión mediática del llamado “campo de exterminio”. La presidenta subrayó que no se debe mezclar una cosa con la otra y se comprometió a mantener la transparencia en ambos procesos.
