La crisis de desapariciones en México no solo afecta a civiles. Desde 2008, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha reportado la desaparición de 159 elementos del Ejército, en su mayoría durante la llamada “guerra contra el narcotráfico” iniciada en el sexenio de Felipe Calderón.
Los datos oficiales indican que 101 militares desaparecieron en ese periodo. Durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, se registraron 42 casos, mientras que en el actual sexenio de Andrés Manuel López Obrador, la cifra asciende a 16, la mayoría en 2019.
Entre los desaparecidos, 143 eran elementos de tropa y 16 eran mandos superiores, incluyendo oficiales y jefes. Uno de los casos más notorios es el del coronel José Isidro Grimaldo Muñoz, secuestrado en diciembre de 2022 presuntamente por el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) mientras viajaba de Jalisco a Zacatecas. A más de un año de su desaparición, su paradero sigue siendo desconocido.
El caso más reciente ocurrió en febrero de 2024, cuando el capitán Julián Torres Manzanares y la agente Natalia Pelcastre Simón desaparecieron en Guanajuato. Sus cuerpos fueron hallados sin vida semanas después en la Laguna de Yuriria.
Además del Ejército, otras corporaciones de seguridad han reportado desapariciones. Elementos de la Guardia Nacional, la Fiscalía General de la República (FGR) y la Marina también han sido víctimas, aunque sus cifras no han sido reveladas oficialmente. Entre ellos están los marinos Victoriano Rodríguez y Óscar González, desaparecidos en 2022 mientras escoltaban al senador José Narro, y el teniente de navío Carlos Gilberto Lira Martínez, visto por última vez en Michoacán en 2023.
Hasta la fecha, las autoridades no han brindado información detallada sobre el avance de las investigaciones, dejando en incertidumbre el destino de los elementos desaparecidos y sus familias.