
Durante el primer semestre de 2025, las desapariciones en México reportaron un incremento del 18 por ciento en comparación con el mismo período del año anterior, según datos oficiales. Este aumento revela una problemática persistente que afecta especialmente a entidades como la Ciudad de México y el Estado de México, que encabezan las listas con más casos registrados. En conjunto, estas dos regiones concentraron varios cientos de víctimas de desaparición, destacando la urgencia de atender esta emergencia con medidas efectivas de prevención e investigación.
En promedio, se registran alrededor de 42 desapariciones diarias en el país, cifra que representa una crisis profunda en materia de seguridad y justicia. Jóvenes entre 25 y 29 años son el grupo etario con mayor número de casos, aunque se ha observado un crecimiento preocupante en desapariciones de menores y adolescentes, especialmente entre quienes tienen entre 10 y 19 años. Este fenómeno ha sido vinculado a causas como el reclutamiento forzado por parte del crimen organizado, que sigue siendo un factor determinante en muchas regiones.
México acumula más de 127 mil personas desaparecidas desde 1952, con 56 por ciento de esos casos concentrados en los últimos años, evidencia del agravamiento reciente del problema. Además de CDMX y Estado de México, otros estados con altos índices de desapariciones son Jalisco, Veracruz, Tamaulipas y Nuevo León. Mientras tanto, entidades como Yucatán y Querétaro han presentado incrementos porcentuales significativos, lo que indica que la problemática se extiende y afecta a gran parte del territorio nacional.
Las autoridades enfrentan el reto de mejorar los mecanismos de búsqueda, investigación y sanción para atender a las víctimas y sus familias. Organismos civiles han señalado que la estrategia actual muestra deficiencias, particularmente en lo que respecta a la coordinación institucional y la aplicación de la justicia. La revisión de las cifras también confirma que la mayoría de las personas desaparecidas son hombres, aunque el número de mujeres también ha ido en aumento.
A pesar de los esfuerzos estatales y federales, la cifra de personas desaparecidas continúa creciendo, lo que subraya la urgente necesidad de políticas públicas más eficientes y la colaboración entre autoridades y sociedad civil para prevenir nuevas desapariciones y encontrar a quienes aún están no localizados.










