Al cierre de 2019, cinco programas sociales considerados como prioritarios por el Presidente Andrés Manuel López Obrador presentaron un subejercicio de cinco mil 444.5 millones de pesos (MDP), según los “Informes sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública”, presentados por la Secretaría de Hacienda.
Uno de los que se quedó con el mayor monto sin ejercer fue el de Jóvenes Construyendo el Futuro, con mil 906.9 MDP (distribuye tres mil 600 pesos mensuales por persona).
El académico del ITESO, Alberto Bayardo, señala que en muchas ocasiones las autoridades manejan el subejercicio como si fuera un ahorro, “pero no, sobre todo cuando está presupuestado; incluso, en muchas ocasiones el subejercicio se puede traducir en violaciones de derechos humanos porque hay necesidades que quedan sin atenderse de manera adecuada”.
El programa de Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores se quedó con mil 833 MDP sin ejercer, de un total de 114 mil 799.4 MDP que se presupuestaron tras una modificación. A través de éste se entrega un apoyo económico de mil 275 pesos mensuales a los adultos mayores de 68 años en zonas urbanas y 65 años en comunidades indígenas.
El académico de la UdeG Jorge Elías Hernández comenta que se debe tener un mayor control para evitar la duplicidad de apoyos. “Por ejemplo, reciben una pensión de la empresa en la que trabajaban, otra del IMSS y ahora el apoyo federal”.
Otros programas con subejercicio son Sembrando Vida, que entrega cinco mil pesos mensuales (la bolsa que se quedó sin ejercer fue de 652.3 MDP), Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad Permanente (329.9 MDP) y el Programa Nacional de Reconstrucción (722.4 MDP).
El proyecto Beca Universal Benito Juárez para Educación Media Superior ejerció todo el presupuesto.
Incumplen meta de beneficiarios de programas sociales federales
Los apoyos proyectados para los adultos y personas con discapacidad no se cumplieron al 100% el año pasado
El total de personas beneficiadas durante 2019 a través de los programas insignia del Presidente Andrés Manuel López Obrador se quedó por debajo de la población objetivo que se pretendía apoyar.
Hasta el cierre del año pasado, el programa de Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores había beneficiado a ocho millones de personas, pero proyectaron 8.4 millones. Lo anterior, pese a que de mil 833 millones de pesos que se quedaron pendientes de ejercer del presupuesto autorizado para éste, 783.1 millones correspondían a subsidios.
Durante el primer año de la actual administración federal, los apoyos brindados a través de cinco programas sociales considerados como prioritarios beneficiaron a 14.3 millones de personas, de 18.6 millones consideradas como población potencial para recibir uno de estos subsidios en el sexenio; es decir, casi ocho de cada 10.
Otro de los programas que tuvo una buena cobertura, pero que no alcanzó el 100% es Sembrando Vida, que apoya a sujetos agrarios. Se tenían consideradas a 230 mil personas como población objetivo, pero al 31 de diciembre se apoyaron a 225 mil 412 agricultores.
La población potencial a alcanzar por medio del plan en la actual administración asciende a un millón 741 mil 261 personas.
Entre noviembre y diciembre del año pasado, el programa de Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad Permanente atendió a 815 mil 632 personas (99.8% de lo que se tenía proyectado para 2019). Sin embargo, la población potencial es de dos millones 135 mil 168 personas.
Con la Beca Universal Benito Juárez para Educación Media Superior se apoyaron a 3.5 millones de jóvenes, y busca alcanzar una cobertura de 4.1 millones.
El académico del ITESO, Alberto Bayardo, declara que la falta de reglas de operación para estos programas pudo provocar que durante el año pasado no se alcanzaran las metas; por ello, se presentó también un subejercicio de recursos.
“El hecho de que no se tengan reglas claras para la asignación de esos apoyos, que justamente son las reglas de operación, entonces no se puede repartir y eso también contribuye en muy buena medida a que exista un subejercicio”, remarca.
Alberto Bayardo subraya que si la autoridad no determina cómo se apoyará a los beneficiarios o cómo se comprobará que los recursos son entregados correctamente, se tendrá un descontrol en el manejo del dinero y continuarán las irregularidades.
“A veces el subejercicio es también una estrategia para conseguir recursos que se van a ejercer de manera discrecional por parte del Ejecutivo, sin que tenga que dar cuentas y pueda ser sancionado por cambiar el uso”.
En el caso del programa de Jóvenes Construyendo el Futuro se tenía proyectado entregar apoyos a un millón de jóvenes que no estudian ni trabajan. Se aseguró que la meta se cumplió en agosto pasado, pero para el cierre de 2019 se tenían 900 mil aprendices, quienes fueron colocados en 170 mil centros de trabajo, según datos de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social.
Fuente: https://www.informador.mx
