Las autoridades mexicanas, en un operativo conjunto, descubrieron un extenso laboratorio clandestino en Sonora, cerca de la frontera con Estados Unidos, dedicado a la producción de droga sintética. Se decomisaron 80 toneladas de metanfetaminas, valoradas en más de 600 millones de dólares en el mercado. El hallazgo tuvo lugar en Rancho Viejo, municipio del Quiriego, a unos 650 kilómetros de la frontera con Arizona.
El mega laboratorio incluía 72 reactores, 102 condensadores, 32 centrifugadoras, vehículos, motocicletas, remolques y diversos materiales relacionados con la fabricación de drogas sintéticas. Además, se aseguraron 35 toneladas y 250 kilogramos de metanfetamina lista para la venta, junto con 5 toneladas y 750 kilogramos de precursores químicos.
Este logro fue posible gracias a la colaboración entre soldados de la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar), agentes de la Fiscalía General de la República (FGR) y autoridades estatales de Sonora. Aunque no se reportaron detenciones ni se encontró armamento o dinero en efectivo en el lugar, las autoridades destacaron la magnitud del narcolaboratorio, superando al más grande encontrado previamente en Sinaloa.
El gobernador del Estado, Alfonso Durazo, y el titular de la Secretaría de Marina, José Rafael Ojeda, subrayaron la importancia de estas acciones en la lucha contra el narcotráfico, contribuyendo a la reducción de las tendencias de consumo, especialmente entre jóvenes. Además, se evita el envío de estas sustancias a mercados internacionales, como Australia, Canadá, China, España, Estados Unidos, Japón y varios países europeos, donde los precios pueden triplicarse.
La región entre Sonora y Chihuahua es conocida por la presencia de células del Cártel del Sinaloa, como la Chapiza y “Gente Nueva de los Salazar”. A pesar de no haber detenidos en el sitio, las autoridades consideran que este aseguramiento representa un golpe significativo a las finanzas de la delincuencia organizada.
El descubrimiento se produce en un contexto en el que México, Estados Unidos y Canadá han reafirmado su compromiso de trabajar conjuntamente para combatir el tráfico de drogas sintéticas, especialmente el fentanilo, y armas de fuego ilegales en América del Norte. En una declaración conjunta, los tres países se comprometieron a incrementar la colaboración en el control de precursores químicos y equipos relacionados con la producción de drogas ilícitas.
