Dicen que Dicen 08 de diciembre 2025

Entre diagnósticos por correo, ternas recicladas y ajustes disfrazados, la política local repite su eterno teatro nacional.

Diagnósticos por correo… y salud en veremos

DICEN QUE DICEN que IMSS-Bienestar decidió que la mejor forma de “optimizar recursos” en la Huasteca es cerrar todos los laboratorios clínicos de la Jurisdicción V y mandar las muestras por Correos de México, como si la salud fuera paquete exprés y no cuestión de horas críticas. Que solo quedará un laboratorio —el de San Rafael— para procesar todo lo que llegue desde Valles y la región, mientras los demás serán desmantelados como si fueran sobrantes de inventario. Y claro, ahora serán los médicos quienes tomen las muestras, recorten tiempo de consulta y crucen los dedos para que el sobre no se pierda, no se contamine o no llegue tarde. El personal habla de retroceso; los pacientes, de miedo; y el instituto… de nada, porque hasta ahora no ha dado una explicación oficial. Porque en esta brillante reestructuración, dicen los que saben, lo único que se centraliza no es la eficiencia: es la incertidumbre. Y a este paso, el diagnóstico más preciso será el que todos ya sospechan: la salud pública está entrando en fase terminal…

Ternas en loop y oídos sordos

DICEN QUE DICEN que en la Facultad de Derecho de la UASLP la democracia interna funciona como disco rayado: el Consejo Técnico rechazó una terna por cuestionada, y la institución respondió devolviendo… exactamente la misma terna, como si la primera devolución hubiese sido un accidente burocrático y no un grito de la comunidad académica. Que estudiantes y docentes señalaron vínculos políticos, ambiciones de “hueso” y proyectos flacos, pero la Universidad prefirió reciclar candidatos antes que escuchar a su gente, dejando claro que la participación es solo trámite y que la decisión real se cocina en otro lado. A eso se sumó el episodio de Leticia Lastras y la Defensoría Universitaria, incapaz de recibir una queja sobre violencia simbólica mientras se enreda en tecnicismos para justificar su inacción. Y entre carteles ofensivos, ternas repetidas y reclamos ignorados, emerge la imagen incómoda de una UASLP atrapada en su propio formalismo: respeta el procedimiento, pero evade el fondo. Porque, dicen en los pasillos, mientras la Universidad siga aferrada a las mismas fórmulas y a los mismos nombres, el único cambio real será el del creciente descrédito…

Aguinaldos a pastar

DICEN QUE DICEN que en Huehuetlán el alcalde Ramón Martínez Avitud reunió a los trabajadores solo para repetirles el mismo cuento de siempre: que no hay dinero, que todo es culpa de administraciones pasadas y que él, pobrecito, hasta tiene que vender “unas vaquitas” para ver si alcanza a pagar aguinaldos. Que cuando le pidieron pruebas de esas deudas que tanto invoca, se puso nervioso, tartamudeó y terminó diciendo que quien no esté a gusto “puede irse”, como si despedir sin liquidar fuera política pública municipal. Y mientras él asegura que ni para comer tiene, los empleados cuentan varias quincenas sin pagar, un aguinaldo en el limbo y un alcalde que presume desdén por las publicaciones que exhiben sus irregularidades. Porque en Huehuetlán, dicen, las cuentas no cuadran, los pretextos sobran y el único ganado visible no son las vaquitas del edil, sino la paciencia que ya se le está yendo al pueblo…

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Ajustes mágicos… que huelen a aumento

DICEN QUE DICEN que Enrique Galindo anda intentando convencer al Congreso de que su Ley de Ingresos 2026 no trae aumentos, sino “ajustes naturales”, como si la gente no supiera sumar y como si un cambio en la tabla de valores no disparara automáticamente el predial hasta en 24 por ciento. Que el alcalde llama “revisión inflacionaria” a lo que en realidad es un incremento disfrazado, una jugada técnica para presentar el golpe al bolsillo como si fuera trámite rutinario. Y mientras Héctor Serrano ya le cerró la puerta a cualquier alza que afecte a la ciudadanía, Galindo insiste en reunirse para “sensibilizar” a los legisladores, como si el problema fuera falta de cariño y no de honestidad fiscal. En el Congreso ya lo dicen claro: lo que el Ayuntamiento llama ajustes son aumentos, y lo que el alcalde presume como modernización es una receta para encarecer predial, agua y multas sin asumir el costo político. Porque al final, dicen los que han leído la letra chiquita, lo único que está realmente disfrazado no es el impuesto: es el discurso municipal

Alito y su coalición de nunca jamás

DICEN QUE DICEN que Alejandro “Alito” Moreno volvió a subirse al mismo caballo cansado de siempre: el de las alianzas salvadoras, esas que promete en cada discurso como si el PRI fuera todavía el imán electoral de los noventa y no un partido que hoy necesita coalición… hasta para llenar sus propias sillas. Que en el Consejo Político Nacional habló de fuerza, independencia y competitividad, mientras en la misma frase dejaba abierta la puerta para pactar con quien se deje, desde partidos caídos en desgracia hasta “ciudadanos organizados”, que suelen ser los mismos de siempre con nombre distinto. Y claro, prometió que podrían construir “la coalición más importante del México moderno”, como si la historia no recordara que las dos últimas alianzas con PAN y PRD terminaron hechas añicos y con más pleitos que votos. En el fondo —dicen incluso dentro del tricolor— Alito no busca unidad: busca salvavidas. Porque a estas alturas, la verdadera coalición que necesita el PRI no es con otros partidos sino con la realidad…

Acomodo con codazos

DICEN QUE DICEN que el mitin de Morena en el Zócalo dejó chiquito al viejo PRI ochentero, porque ni en sus mejores tiempos logró una pelea tan abierta por los mejores lugares para verse cerca de la Presidenta. Que la concentración por los siete años de la 4T terminó convertida en torneo de “quién acarrea más”, con petroleros, SNTE, ferrocarrileros, ambulantes y burócratas midiéndose a codazos mientras ondeaban mantas como si fueran banderas de conquista. Y aunque todos juran que solo querían mostrar apoyo, el verdadero objetivo saltó a la vista: calentar motores rumbo a 2027, donde los operadores que junten más gente también buscarán juntar más candidaturas. Porque en este Zócalo no solo se midió músculo, también se midió hambre. Y de esa, dicen, hay para repartir…

Porque en San Luis Potosí y en México, siempre habrá alguien que diga que dicen… y casi siempre, tendrá razón.

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