Verde que te quiero solo
DICEN QUE DICEN que el Partido Verde ya se ve en 2027 caminando solito por San Luis Potosí, muy digno, muy musculoso y muy independiente, mientras en los pasillos se rumora que esa “autonomía” tan presumida nació, curiosamente, bajo el liderazgo de Ricardo Gallardo Cardona, ese gobernador que —para coraje de unos y tranquilidad de otros— sí supo mover las piezas, construir estructura y poner resultados sobre la mesa. Dicen los que saben que la famosa “ley esposa” trae a varios con taquicardia democrática, mientras el Verde se siente gigante y Morena hace como que no le arde, porque una cosa es discurso y otra tener pueblo, presencia y trabajo en territorio. Se comenta que aquí no fue magia, fue estrategia; no fue chiripa, fue gobierno que camina y conecta. Y aunque algunos juren que es capricho, otros recuerdan que cuando hay liderazgo real, lo demás solo se acomoda…
Terrorismo informativo
DICEN QUE DICEN que en Veracruz informar ya no es solo informar, ahora es casi deporte extremo, porque entre leyes, interpretaciones creativas y autoridades muy sensibles, cualquier crítica podría confundirse con amenaza nacional, no vaya a ser que la libertad de expresión termine con brazalete y custodia. Mientras organizaciones como Artículo 19 recuerdan eso tan incómodo llamado derechos humanos, del lado institucional responden con solemnidad, expedientes gruesos y discursos impecables… pero poquita autocrítica. Dicen que el mensaje es claro: opine, pero despacito; critique, pero con permiso; incomode, pero solo tantito. Y entre audiencia y audiencia, queda la duda que nadie quiere responder: ¿defienden la democracia o solo administran quién puede hablar y quién debe aprender a callar?…
Paridad con sonrisa
DICEN QUE DICEN que en San Luis Potosí la famosa “Ley Gobernadora” no solo pasó, pasó con aplauso, palmadita en la espalda y hasta sonrisa incluida, como cuando por fin se hace lo que desde hace años se decía inevitable. Que mientras algunos buscan el drama y el escándalo, en la sobremesa la gente comenta que ya era hora de que las mujeres dejaran de pedir permiso y empezaran a tomar la cabecera política con toda legitimidad. Dicen que si 34 cabildos levantaron la mano no sonó a imposición, sonó a acuerdo claro, a “ya tocaba” que retumba más que cualquier discurso. Y ahora, entre calendarios ajustados y expectativas altas, la lectura es simple: la puerta está abierta, la silla está lista y el reto no es si habrá gobernadora, sino demostrar que cuando el cambio llega con respaldo, también puede llegar con oficio, carácter y buen gobierno…
Brindis con volante
DICEN QUE DICEN que en San Luis Potosí diciembre ya viene con instructivo incluido: luces, posadas, “solo dos copitas” y luego la tragedia que nadie vio venir aunque todos la sabían. Se rumora en los pasillos de la sensatez que las autoridades advierten, la Guardia Civil vigila y los operativos aparecen como villancicos, pero siempre hay quien insiste en jugarle al piloto invencible con celular en mano y ego elevado. No es falta de información, es falta de conciencia, porque el mensaje se repite cada año y aun así hay quien prefiere probar suerte con la vida ajena. Dicen que diciembre debería ser para abrazar, no para velar; para brindar, no para sostenerse en una sala de urgencias. Y mientras la realidad cobra con crudeza los “no pasa nada”, queda claro que el peligro no es la carretera, es la terquedad que se sube al asiento del conductor…
Democracia de ventanilla
DICEN QUE DICEN que Morena quiere debatir la reforma electoral “con todos”, pero solo con los que aplauden, como esas comidas familiares donde nomás hablan los que le caen bien al tío incómodo. Se rumora que mientras se llenan la boca con palabras como diálogo, soberanía y pluralidad, la oposición anda afuera preguntando a qué hora empieza el parlamento abierto… y adentro ya están levantando la mano y repartiendo rebanadas del pastel institucional. Dicen los expertos que si desaparecen plurinominales, Oples y contrapesos, no será por consenso, será por obediencia, y eso no huele a modernización, huele a ajuste a la medida del poder. Y entre discursos solemnes, justificantes técnicos y caras serias, queda la pregunta que ningún micrófono quiere escuchar: ¿se puede fortalecer la democracia cerrando la puerta justo cuando toca quien piensa distinto?…
Porque en San Luis Potosí y en México, siempre habrá alguien que diga que dicen… y casi siempre, tendrá razón.
