Ciudad de México, México.- Morena y sus aliados en la Cámara de Diputados aprobaron una reforma que suprime el candado legal que garantizaba que 8% del Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi) se destinara exclusivamente a la atención de enfermedades graves en población sin seguridad social.
Con esta modificación a la Ley General de Salud, la mayoría eliminó la regla que obligaba a dirigir 8% de los recursos administrados por IMSS-Bienestar al tratamiento de padecimientos de alto costo, 2% a infraestructura y 1% al abasto y distribución de medicamentos. A partir de ahora, las asignaciones deberán pasar por el Comité Técnico del fondo y podrán abarcar nuevos rubros, al añadirse la categoría de “equipamiento, incluido el mantenimiento urgente y la conservación”.
La reforma avanzó con 292 votos a favor y 163 en contra de legisladores de la Oposición, además de los sufragios de María Teresa Healy (Morena), Julio Scherer Pareyón (PVEM) y 32 diputados del PT.
El panista Éctor Jaime Ramírez Barba acusó a la mayoría de buscar un uso discrecional del fondo, recordando que durante los últimos ocho años el Fonsabi “ha sido saqueado” pese a estar destinado a pacientes con cáncer, enfermedades vasculares o padecimientos raros. Señaló que la reforma no corrige estos abusos y, por el contrario, “consolida el agandalle” al desaparecer los porcentajes mínimos para enfermedades de alto costo, infraestructura y medicamentos.
Desde el PRI, Laura Ivonne Ruiz advirtió que la eliminación de obligaciones específicas coloca en incertidumbre a quienes requieren tratamientos continuos. “Una madre con cáncer de mama dependerá de la voluntad del Gobierno para recibir su medicamento cada 21 días; un niño con cáncer ya no tendrá garantizada su quimioterapia”, sostuvo.
La diputada de MC, Laura Hernández, calificó la medida como un retroceso en la garantía del derecho a la salud, pues incrementa la vulnerabilidad de personas que viven con VIH o padecen cáncer. Afirmó que la reforma suprime la obligación del IMSS-Bienestar de destinar el 8% a enfermedades catastróficas y amplía el uso del fondo para mantenimiento y conservación de unidades médicas.
Aunque algunos legisladores oficialistas defendieron la iniciativa, el debate se tensó cuando la petista Margarita García aseguró que los cambios representan “el punto final” al manejo del fondo creado en administraciones panistas. Según dijo, el recurso se utilizó “supuestamente para emergencias”, por lo que la reforma busca cerrar definitivamente esa etapa.
La discusión dejó en claro que, para la oposición, el fondo queda más expuesto a decisiones discrecionales, mientras que la mayoría parlamentaria argumenta que la flexibilización permitirá una operación más eficiente del sistema de salud.
