En una muestra de fuerte descontento, los líderes del Frente Amplio por México se congregaron en Monterrey este jueves para arremeter contra el gobernador de Nuevo León, Samuel García, acusándolo de estar aliado y ser cómplice del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La visita de los tres líderes políticos tuvo como objetivo principal denunciar y acusar a García de ser parte del equipo de López Obrador y de aspirar a ser candidato de Movimiento Ciudadano a la Presidencia, supuestamente para dividir al Frente Amplio y desempeñar un papel perjudicial para la oposición.
El presidente del PAN, Marko Cortés, declaró: “En 2024 no hay espacio para una tercera vía, la contienda será entre dos: la coalición de Morena y la oposición, y será entre dos mujeres”. Además, criticó a García por presuntamente interferir en los asuntos de los diputados y alcaldes del PRI y el PAN en Nuevo León, afirmando: “Samuelito, ya deja de estar chingando a nuestros diputados y alcaldes, traes un desmadre en Nuevo León”.
Jesús Zambrano, dirigente del PRD, acusó a García y López Obrador de comportarse como “dos aprendices de ‘dictadorzuelos’ que buscan dividir a la oposición”. Mientras que Alejandro Moreno, presidente del PRI, desafiante, ofreció a García su apoyo para enfrentar a Morena, afirmando que “está claro que a Movimiento Ciudadano no le alcanzan los números para ir por la Presidencia, solo es un esquirol de Morena”.
Los líderes del Frente Amplio anunciaron que continuarán exigiendo un juicio político contra el gobernador, ya habiendo presentado cuatro solicitudes al respecto. Además, advirtieron que no aprobarán su solicitud de licencia en caso de que García anuncie su candidatura presidencial por Movimiento Ciudadano, ya que PRI y PAN cuentan con la mayoría en el Congreso de Nuevo León.
También anticiparon que recurrirán a organismos judiciales y de derechos humanos nacionales e internacionales para denunciar presuntas violaciones a los derechos de los ciudadanos de Nuevo León. Entre las acusaciones contra García se incluyen la falta de otorgar recursos presupuestales a los municipios, la no publicación de decretos del Congreso estatal y la presión y persecución a legisladores que se oponen a sus reformas. La tensión política en Nuevo León parece estar lejos de resolverse, ya que el gobernador enfrenta una creciente oposición por parte de diversos frentes políticos.
