Ayer martes, alrededor de las 9:00 de la noche, elementos de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) dispararon contra una camioneta de redilas en Chiapas, causando la muerte de seis migrantes y dejando a diez más heridos. Los migrantes, originarios de Egipto, Nepal, Cuba, India, Pakistán y otras regiones de Medio Oriente, viajaban en tres vehículos que se desplazaban a alta velocidad, lo que llevó a los militares a sospechar que podrían ser parte de grupos delincuenciales.
Según un comunicado de la Sedena, los dos soldados responsables de los disparos han sido separados de sus funciones y están bajo investigación por la Fiscalía General de la República (FGR), así como por la Fiscalía General de Justicia Militar, que también examinará la disciplina militar en este caso.
El incidente ocurrió durante un recorrido de rutina por parte del personal militar, quienes detectaron un vehículo tipo pick up que, al ver a los soldados, intentó evadirlos. Al seguir al vehículo, los militares abrieron fuego contra las camionetas, resultando en la muerte de cuatro migrantes en el lugar y dos más que fallecieron tras ser ingresados al Hospital General de Huixtla.
De los migrantes que viajaban, diez resultaron heridos y recibieron atención médica, mientras que 17 más salieron ilesos y fueron entregados al Instituto Nacional de Migración (INM).
Este trágico suceso se produce en un contexto de creciente preocupación sobre la militarización en México, especialmente tras la reciente promulgación de la reforma que incorpora a la Guardia Nacional a la Sedena. Esta reforma, aprobada por la Cámara de Diputados y el Senado, ha generado críticas por parte de la oposición y organizaciones de derechos humanos, como el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, que advierten que esta medida podría llevar a un aumento en la militarización de las fuerzas de seguridad sin los controles civiles necesarios.
La oposición ha calificado la reforma de “militarización” de la Guardia Nacional, y se ha ausentado de las sesiones legislativas para manifestar su desacuerdo. La preocupación por el uso de la fuerza militar en asuntos de seguridad pública se intensifica con incidentes como el ocurrido en Chiapas, lo que plantea serias interrogantes sobre la protección de los derechos humanos en el país.
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— @SEDENAmx (@SEDENAmx) October 3, 2024
