El horario de invierno 2022 se avecina, por lo que la población mexicana deberá prepararse para hacer el ajuste respectivo a las manecillas de su reloj.
Pese a que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, envió a inicios de julio pasado, una iniciativa de Ley de Husos Horarios al Congreso para eliminar el horario de verano, esta aún no ha sido aprobada, por lo que debemos continuar con el ajuste al reloj para el mes de octubre.
A las 3:00 horas del próximo domingo 30 de octubre, nuestro reloj deberá atrasarse una hora, es decir, de 3:00 a las 2:00 horas. Cabe destacar que en algunos dispositivos como celulares, tabletas y computadoras, este se hace de manera automática.
Cabe señalar que, en la franja fronteriza con Estados Unidos, el horario de verano 2022 terminará el primer domingo de noviembre a las 2:00 de la mañana.
Cabe señalar que el horario de invierno no aplica para el estado de Quintana Roo, lugar donde no se cambia la hora desde 2015, así como para el estado de Sonora, que mantiene el huso horario de Arizona en Estados Unidos.
López Obrador envió un documento, de 27 cuartillas, en el que se establecen cinco puntos por los que se pretende sustituir la ley vigente por una nueva que será válida en todo el territorio nacional, con excepción de los municipios ubicados en la frontera norte. Los argumentos son:
- Salud. El horario de verano produce afectaciones a la salud de las personas. Tanto niñas, niños y adolescentes sufren trastornos en la conciliación del sueño por la noche, como la población en general puede tener consecuencias en su salud cardiovascular.
- Impacto socioeconómico. Este horario podría aumentar la posibilidad de incrementen los niveles delictivos, debido a la necesidad de salir del hogar en la oscuridad, sin el suficiente transporte ni mayor vigilancia.
- Opinión Científica. Si bien existen diferencias de disposición de luz solar entre verano e Invierno, la distancia entre los horarios “naturales” en el territorio mexicano es escasa en una misma estación.
- Rechazo. La gente que vive los cambios de horario se ha manifestado mayoritariamente en contra.
- Ahorro de energía. Desde 1996 el horario de verano ha contribuido al ahorro de energía de forma constante, aunque siempre por debajo del 1 por ciento de la energía consumida anualmente. Es decir, efectivamente, se ha ahorrado energía, pero dicho ahorro no es significativo.