¿Vió usted lo que está pasando con el programa de vivienda? Ese que prometía “construir sueños” y “levantar hogares” se está convirtiendo en la tómbola del compadrazgo. Sí, como lo oyen: la “Vivienda para el Bienestar” se está rifando, pero no entre los que más la necesitan, sino entre los que tienen el teléfono del alcalde.
Parece que el proceso no es de “sorteo transparente”, sino de “folios mágicos”. Personas que ya tenían su folio registrado antes de que empezara la rifa, como si les hubieran avisado por adelantado. ¡Qué casualidad, ¿verdad?! Si esto fuera partido de fútbol, ya estarían pitando falta.
Y los “comités ciudadanos”… ¡Ay, no me hagan reír! Más bien son los “comités de los cuates”. Gente allegada a las autoridades, que reparten los apoyos como si fueran dulces en fiesta privada. ¿Dónde quedó la voz de la señora que vive en un cuarto de lámina? ¿O del jornalero que apenas alcanza para el renta?
Lo más triste es que este programa tenía un propósito noble: ayudar a quien no tiene techo seguro, a quien duerme con el miedo de que se llueva la casa. Pero ahora parece que el criterio principal es “¿Eres pariente, compadre o empleado municipal?”. ¡Vaya manera de torcerle el cuello al bienestar!
Ya lo dice el refrán: “Cuando el diablo reparte favores, solo llegan a sus devotos”. Y aquí, al parecer, los favores están llegando directo a los bolsillos de los que ya tienen palanca.
Pero no todo está perdido. La gente está hablando, está denunciando, está exigiendo que se revise este circo. Porque una vivienda digna no es un premio de concurso amañado, es un derecho.
Ojalá las autoridades escuchen y arreglen esto. Porque si no, el único “bienestar” que van a construir será el de su propia impunidad.
No quiero despedirme sin antes desearle que esta Navidad nos encuentre más unidos que nunca, compartiendo no solo la mesa, sino también la firme determinación de exigir un México donde la justicia no se rifa, sino que se construye todos los días con transparencia y honestidad.
¡Feliz Navidad y un 2026 lleno de luz, de verdad y de hogares dignos para todas y todos!
Con cariño y un ponche caliente que endulza hasta los momentos más amargos,
Doña Carmen
Ciudadana que cree que la justicia no debe tener folio preferente.
