A la par de su carrera en la administración pública federal, Eduardo Medina Mora, quien el pasado jueves renunció a su cargo como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, desarrolló actividades empresariales y reservó al público, desde hace 16 años, la integración de su patrimonio.
En las últimas dos décadas, Medina Mora ocupó cargos clave en el gobierno federal —fue director del cuerpo de inteligencia del Estado mexicano, secretario de Estado y embajador en Londres y Washington—, pero desde la primera vez en que los funcionarios estuvieron obligados a hacer públicas sus declaraciones patrimoniales, en 2003, decidió no divulgar la suya.
El Gran Diario de México ha documentado su participación como accionista en Polímeros Aztlán, S.A. de C.V., y Promotora Agroindustrial y Florícola, S.A. de C.V., al igual que su desempeño como director jurídico de la empresa Consultores en Informática y Computación, S.A. de C.V., hoy denominada Compusoluciones y Asociados, S.A. de C.V.
Eduardo Medina Mora es investigado por haber realizado transferencias millonarias entre sus cuentas.
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