El actual escenario político en México se encuentra marcado por la proximidad de las elecciones en los estados de Coahuila y México. Estas elecciones son consideradas de suma importancia, solo superadas por los comicios presidenciales de 2024. En este contexto, Andrés Manuel López Obrador ha relanzado su campaña electoral con un objetivo claro: ganar el Congreso.
Sin embargo, su objetivo no se limita únicamente a obtener la mayoría simple. López Obrador busca alcanzar la mayoría calificada, necesaria para llevar a cabo sus reformas constitucionales, tal como ha manifestado. Por otro lado, la oposición también busca ganar el Congreso para evitar que se lleven a cabo dichas reformas. Ambos bandos se encuentran inmersos en una batalla por el control legislativo, cada uno con sus propios intereses.
Es importante destacar que el objetivo de López Obrador de contar con una mayoría calificada no es para nada trivial. Esto se debe a que busca evitar que el Congreso se convierta en una simple oficina administrativa que solo aprueba las iniciativas del Ejecutivo sin cuestionarlas, tal como le gusta al presidente. Un claro ejemplo de esto fue la sesión de la madrugada del pasado 27 de abril, donde el Senado aprobó una serie de leyes y reformas presentadas por el Ejecutivo, gracias a la falta de oposición.
En este escenario, a poco más de un año de las elecciones federales de 2024, López Obrador ha revitalizado su estrategia electoral, llevando a cabo campañas diarias desde su palacio, en las que promueve el voto por los candidatos de Morena al Congreso. Su objetivo sigue siendo lograr esa mayoría calificada que le permita modificar la Constitución de acuerdo a su visión y necesidades. Además, no se limita solo a eso, sino que también busca disolver la Corte y colocar ministros elegidos por el pueblo, pero a través de las estructuras partidistas, donde Morena tiene un amplio control.
De esta manera, López Obrador aspira a tener el control absoluto del Poder Legislativo y del Judicial. Esto plantea interrogantes sobre el equilibrio de poderes y el funcionamiento de la democracia en México. Es fundamental que se mantenga una oposición fuerte y crítica, que ejerza su papel de contrapeso y garantice la pluralidad y la diversidad de opiniones en el Congreso. La consolidación de un sistema político en el que un solo partido o movimiento tenga el control absoluto es contrario a los principios democráticos y podría socavar la rendición de cuentas y los mecanismos de equilibrio que son esenciales para el buen gobierno.
En un país democrático, es indispensable contar con un Congreso independiente y un poder judicial imparcial, capaces de revisar y debatir las propuestas del Ejecutivo de manera objetiva y crítica. Solo a través de un debate transparente y un proceso legislativo riguroso se podrán tomar decisiones fundamentadas que beneficien a todos los ciudadanos.