El inicio de las campañas para la presidencia municipal de San Luis Potosí ha encendido la llama del debate y la reflexión en la ciudadanía. Sin embargo, este proceso se ve empañado por la sombra de un alcalde gris que busca, a como dé lugar, su reelección, a pesar de su pésimo desempeño al frente del Ayuntamiento Capitalino. Enrique Galindo, el actual alcalde y hoy candidato, ha dejado la ciudad sumida en la inseguridad, el desabasto de agua, el abandono total de la infraestructura y calles sin mantenimiento.
La gran mayoría de los potosinos no están de acuerdo con su reelección, y con justa razón. Los actos de corrupción que han salido a la luz durante su administración son inaceptables. Incluso muchos panistas y priistas, quienes forman parte de la alianza, señalan que Enrique Galindo no los representa.
La carrera política de Enrique Galindo no está exenta de polémica. Durante su paso como comisionado general de la Policía Federal, la corporación se vio envuelta en masacres y violaciones a los derechos humanos en Apatzingán y Tanhuato, Michoacán, así como en el desalojo violento de Nochixtlán, Oaxaca. Ahora, este exmando policiaco pretende continuar su carrera política buscando la reelección en el ayuntamiento de San Luis Potosí, lo que ha generado un llamado por parte de activistas a tener memoria colectiva.
Es crucial recordar que Galindo fue el mando de la corporación policiaca desaparecida al inicio de este sexenio por el gobierno federal. ¿La razón? “Le faltó disciplina, le faltó profesionalismo y sobre todo moral”, según palabras del presidente López Obrador. Es importante entender que el mal ejemplo no surgió desde las bases de la corporación, sino de aquellos que estaban en los puestos más altos de mando.
La ciudadanía de San Luis Potosí debe reflexionar profundamente sobre el futuro de su municipio. ¿Realmente deseamos darle otra oportunidad a un candidato que ha demostrado falta de ética, transparencia y liderazgo? Es momento de romper con el ciclo de corrupción y buscar líderes comprometidos con el bienestar y el progreso de nuestra comunidad.
¿En verdad Enrique Galindo merece otra oportunidad? Es hora de buscar nuevas alternativas, personas con valores sólidos y un genuino interés por el servicio público. La democracia nos brinda la oportunidad de elegir, y es nuestro deber como ciudadanos hacerlo de manera consciente y responsable. No permitamos que la sombra del pasado oscurezca el futuro de San Luis Potosí.
editorial@revistapuntodevista.com.mx
