Editorial – La estrategia de victimización: Un reflejo de la desesperación política

Enrique Francisco Galindo Ceballos, alcalde con licencia y actual candidato a la reelección en la capital, ha adoptado una preocupante estrategia: victimizarse en lugar de actuar con firmeza ante los desafíos que enfrenta. La supuesta presencia de “gente rara” en sus eventos de campaña ha sido una excusa recurrente, utilizada no para buscar justicia o transparencia, sino para atraer la atención mediática y desviar la atención de los problemas reales que aquejan a San Luis Potosí.

Galindo opta por sembrar la idea de ser una víctima de circunstancias nebulosas. Esta táctica, en lugar de fortalecer su posición, evidencia su incapacidad para enfrentar los problemas de manera directa y con soluciones concretas. Es un burdo intento de desviar la atención de su falta de resultados tangibles durante su gestión, revelando su miedo y desesperación al ver que las encuestas serias reflejan la verdadera desaprobación de los potosinos por sus nulos resultados al frente del Ayuntamiento Capitalino y que su “enorme popularidad” está en caída libre entre el electorado.

Los ciudadanos de la capital de San Luis Potosí merecen más que excusas y juegos mediáticos. Enfrentan diariamente problemas graves, como la escasez de agua y la creciente inseguridad. Son situaciones críticas que demandan respuestas claras y acciones contundentes, no estrategias de distracción basadas en la victimización. Galindo ha tenido tres años para abordar estos problemas, y su incapacidad para hacerlo debería ser motivo de reflexión para los electores.

Es imperativo que los ciudadanos de San Luis Potosí no se dejen manipular por estas tácticas de victimización. La verdadera solución a los problemas de la ciudad no vendrá de excusas vacías o de un protagonismo mediático sin sustancia, sino de propuestas reales y claras que aborden de manera directa las necesidades de la población.

La política debe centrarse en la rendición de cuentas y en la capacidad de los líderes para ofrecer soluciones concretas. En este contexto, la estrategia de Galindo se revela como un acto de desesperación política, un intento de ocultar su ineficacia bajo una cortina de humo. Es hora de que los votantes exijan más, exijan mejor.

La responsabilidad de un candidato que busca la reelección no es solo criticar o señalar, sino presentar un plan claro y viable que demuestre cómo piensa resolver los problemas existentes. Galindo debería preocuparse menos por presentarse como una víctima y más por demostrar con hechos y propuestas cómo piensa mejorar la vida de los ciudadanos.

editorial@revistapuntodevista.com.mx

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