Editorial – El final de un sexenio: Logros y fracasos de López Obrador

A medida que Andrés Manuel López Obrador se acerca al final de su mandato, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) ha presentado un análisis crítico sobre su gestión, resaltando tanto los logros como los fracasos que marcarán su legado. Este Sexto Informe de Gobierno no solo es un ejercicio de rendición de cuentas, sino una oportunidad para reflexionar sobre el rumbo que ha tomado el país en los últimos seis años.

Entre los logros destacados, el PACIC se erige como un acuerdo significativo entre el Gobierno y el sector privado para contener la inflación, una medida que demuestra la posibilidad de colaboración en tiempos difíciles. La negociación para permitir la subcontratación de actividades no esenciales y el incremento del salario mínimo en un 110% son pasos positivos que han beneficiado a muchos trabajadores. Además, la continuidad del T-MEC y los programas sociales, como las becas Benito Juárez y apoyos a adultos mayores, son iniciativas que han tenido un impacto directo en la vida de millones de mexicanos.

Sin embargo, los fracasos son igualmente notables y, en muchos casos, preocupantes. El crecimiento económico de apenas 0.9% es el más bajo desde el sexenio de Miguel de la Madrid, lo que pone en evidencia la falta de políticas efectivas para impulsar la economía. La cancelación del aeropuerto de Texcoco no solo fue una decisión polémica, sino que también socavó la confianza de los inversionistas, un golpe del que aún no nos recuperamos. La falta de aprovechamiento del nearshoring ha llevado a una disminución de la inversión extranjera, limitando las oportunidades de crecimiento.

La construcción de megaobras como el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, sin estudios de impacto ambiental adecuados, plantea serias dudas sobre la sostenibilidad y rentabilidad de estos proyectos. Además, la militarización de funciones civiles ha suscitado un debate sobre el papel del Ejército y la Marina en la construcción de infraestructura, algo que podría tener consecuencias a largo plazo en la gobernanza del país. La gestión de la pandemia, que resultó en 800 mil fallecimientos en exceso, es otro punto oscuro en esta administración.

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Los pendientes que dejará a la próxima presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, son alarmantes. La inseguridad ha alcanzado niveles críticos, con 180 mil homicidios, el mayor número registrado en un sexenio. La salud y la educación han sufrido un deterioro significativo, con 50 millones de mexicanos sin acceso a servicios de salud y una caída en el rendimiento educativo que nos ha hecho descender en las pruebas Pisa. La pobreza extrema y la corrupción han aumentado, lo que plantea un desafío monumental para el futuro.

Para Coparmex, lo peor del sexenio es el cambio de régimen que se ha instaurado, un regreso a prácticas autoritarias que evocan los años 70, donde la división de poderes y los contrapesos se han debilitado. Este es un llamado a la reflexión sobre el camino que hemos tomado como nación y la dirección que deseamos seguir en el futuro.

El sexenio de López Obrador ha estado marcado por una mezcla de logros y fracasos que dejarán una huella profunda en la historia de México. Es imperativo que la próxima administración aprenda de estas lecciones para construir un país más justo, equitativo y democrático. La esperanza radica en que, a pesar de los retos, se pueda forjar un nuevo rumbo que priorice el bienestar de todos los mexicanos.

editorial@revistapuntodevista.com.mx

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