En el vibrante escenario político de San Luis Potosí, un conflicto reciente ha puesto de manifiesto los desafíos inherentes a la formación de coaliciones políticas. En el centro de esta disputa se encuentra la coalición “Fuerza y Corazón”, en la que el Partido Acción Nacional (PAN) buscaba colaborar con otros partidos para alcanzar sus objetivos electorales. Sin embargo, la validez de esta unión se ha visto cuestionada por una serie de eventos que han dejado al descubierto las complejidades del proceso.
En primer lugar, el reclamo presentado por Morena, uno de los principales partidos contendientes, arrojó luz sobre una cuestión crucial: ¿el PAN contaba con la autorización adecuada de su dirigencia nacional para formar parte de esta coalición? Morena argumentó que no, alegando que el documento presentado por el PAN era una autorización provisional que requería ratificación por parte del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido.
El tribunal electoral estatal, al principio, parecía haber resuelto este dilema al encontrar la ratificación del CEN publicada después del registro de la coalición. Sin embargo, la Sala Regional Monterrey del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) tomó una postura diferente. Determinaron que la coalición no cumplía con los requisitos legales necesarios, ya que la autorización del PAN no había sido válidamente ratificada por su dirigencia nacional en el momento del registro.
Esta decisión no estuvo exenta de controversia. Los magistrados Ernesto Camacho Ochoa y María Guadalupe Vázquez Orozco, al considerar necesario revocar la sentencia que había dado validez a la coalición, argumentaron que el tribunal local debió advertir el incumplimiento de los requisitos legales desde un principio. Además, criticaron al organismo electoral por no haber previsto al PAN para que cumpliera con dichos requisitos antes de aprobar la coalición.
Este episodio subraya la importancia de una vigilancia constante sobre el proceso político y electoral. La transparencia y la legitimidad son pilares fundamentales de la democracia, y cualquier desviación de estos principios debe ser abordada con seriedad. La coalición “Fuerza y Corazón” puede haber sido el centro de atención en este momento, pero es un recordatorio para todos los actores políticos de la necesidad de cumplir con los requisitos legales y mantener la integridad de nuestro sistema democrático. En última instancia, los ciudadanos son los que deben confiar en la validez y la legitimidad de los procesos electorales para que la democracia florezca en San Luis Potosí y en todo México.
editorial@revistapuntodevista.com.mx
