La reciente declaración del diputado federal Navarro Muñiz pone de manifiesto una problemática persistente que afecta a los habitantes de la capital potosina: la falta de eficiencia y transparencia en la gestión del agua por parte del Interapas. Ante el fracaso evidente de las medidas tomadas hasta ahora, es imprescindible que el Congreso del Estado intervenga de manera decisiva y ejerza su autoridad para llevar a cabo una reforma integral en este organismo.
El aumento de la tarifa del agua y la implementación de un supuesto “plan emergente” han resultado en meras soluciones superficiales, sin lograr abordar de manera efectiva la crisis del agua que enfrenta la capital. Los ciudadanos han soportado un aumento en sus gastos sin ver mejoras tangibles en la calidad y disponibilidad del recurso vital.
Es imperativo que el Congreso local actúe en consecuencia. Una intervención profunda y sistemática en el Interapas es esencial para garantizar la administración adecuada de los recursos hídricos y asegurar su distribución equitativa a toda la población. Esto implica llevar a cabo una revisión exhaustiva de los procedimientos internos, establecer mecanismos de supervisión más rigurosos y promover una mayor participación ciudadana en la toma de decisiones.
Además, es necesario promover la transparencia y la rendición de cuentas dentro del Interapas. La opacidad en la gestión de los recursos y la falta de claridad en los procesos administrativos solo contribuyen a generar desconfianza y agravar la problemática existente. El Congreso local debe establecer mecanismos eficaces de control y supervisión, así como fomentar la participación ciudadana en los procesos de toma de decisiones, a fin de asegurar que los intereses de la comunidad estén debidamente representados.
No podemos permitir que la crisis del agua se convierta en una realidad permanente en nuestro estado. La falta de un suministro adecuado de agua afecta directamente la calidad de vida de los ciudadanos y tiene repercusiones negativas en áreas fundamentales como la salud, la educación y el desarrollo económico. Es hora de dejar atrás las medidas insuficientes y abordar de manera valiente y decidida las deficiencias del Interapas.
La reforma del Interapas debe ser una prioridad legislativa, con el objetivo de garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a un suministro de agua confiable y de calidad. No podemos permitir que los intereses políticos o la inercia burocrática obstaculicen la solución de esta problemática. El tiempo apremia, y la comunidad espera acciones concretas y efectivas por parte de sus representantes.
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