El año 2025 se presenta como un periodo crítico para México, enfrentando una serie de retos que podrían definir su rumbo en el contexto político, económico y social.
Uno de los acontecimientos más significativos será la “primera elección popular del Poder Judicial” programada para el 1 de junio. Esta reforma busca fortalecer la independencia judicial, pero enfrenta obstáculos como la falta de claridad en las reglas electorales y la preocupación por la posible injerencia del gobierno y del crimen organizado en el proceso electoral. La capacidad del Instituto Nacional Electoral (INE) para llevar a cabo unas elecciones transparentes será crucial.
Con el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, México se enfrenta a una “incertidumbre económica” significativa. Trump ha amenazado con imponer aranceles del 25% a productos mexicanos si no se controla la migración y el tráfico de drogas, especialmente el fentanilo. Esta situación podría afectar gravemente las exportaciones mexicanas y, por ende, su economía.
México también deberá navegar por las “tensiones comerciales con Canadá”, especialmente en el contexto del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). La presidenta Claudia Sheinbaum se reunirá con líderes empresariales canadienses en medio de críticas sobre posibles sanciones comerciales. La revisión del T-MEC será esencial para asegurar relaciones comerciales estables en la región.
La migración irregular ha alcanzado cifras récord, lo que plantea retos tanto humanitarios como de seguridad. Las políticas de deportación prometidas por Trump podrían resultar en un aumento de migrantes retornando a México, lo que complicaría aún más la situación social y económica del país. Además, la violencia sigue siendo una preocupación central, con un aumento en los homicidios dolosos reportados.
Desde el punto de vista económico, las proyecciones indican un crecimiento débil del PIB, con estimaciones que oscilan entre el 1.2% y el 1.5%. Este crecimiento es insuficiente para generar empleos formales y atraer inversiones necesarias para revitalizar la economía mexicana. La administración deberá implementar políticas fiscales efectivas para reducir un déficit proyectado del 5.9% al 3.9%.
El gasto público se verá limitado por compromisos previos en pensiones y pago de deuda, dejando poco margen para políticas públicas efectivas. Esto plantea preguntas sobre la sostenibilidad fiscal a largo plazo y la equidad intergeneracional en la distribución de recursos.
México se enfrenta a un 2025 lleno de desafíos complejos que requieren atención urgente y estrategias efectivas. La combinación de factores internos y externos, desde elecciones judiciales hasta relaciones comerciales tensas con sus vecinos del norte, demandará un liderazgo fuerte y una ciudadanía activa para navegar estos tiempos inciertos. Sin un enfoque coherente que fomente la confianza institucional y promueva el desarrollo sostenible, el futuro inmediato podría ser más complicado de lo esperado.
