La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, y su esposo, Carlos Torres, informaron que el gobierno de Estados Unidos revocó sus visas de no inmigrante. La medida fue comunicada por ambos a través de redes sociales, sin que se haya proporcionado una razón oficial por parte de las autoridades estadounidenses.
Carlos Torres, quien se desempeña como coordinador de Proyectos Estratégicos del Ayuntamiento de Tijuana, fue el primero en anunciar la revocación de su visa. En su mensaje, expresó: “Mi conciencia está tranquila y estoy seguro de que se resolverá la situación de manera favorable”. Horas después, la gobernadora Ávila compartió que también había sido notificada de la cancelación de su visa, manifestando su confianza en que la situación se aclarará satisfactoriamente para ambos.
La Embajada de Estados Unidos en México ha declinado comentar sobre casos individuales, citando la confidencialidad de los registros de visas. Sin embargo, la revocación ha generado diversas reacciones en el ámbito político mexicano.
El Partido Acción Nacional (PAN) emitió un comunicado exigiendo a la gobernadora explicar las razones detrás de la cancelación de su visa y cómo podría afectar su desempeño, dada la estrecha relación entre Baja California y Estados Unidos . Por su parte, el partido Morena señaló que la revocación es una disposición interna del Departamento de Estado estadounidense que no conlleva señalamientos jurídicos.
Este incidente ocurre en un contexto de creciente tensión en las relaciones entre México y Estados Unidos, y en medio de investigaciones relacionadas con el tráfico de combustibles en aduanas fronterizas, en las que han sido señalados funcionarios del SAT y personas cercanas a la gobernadora.
La situación ha generado preocupación sobre el impacto que podría tener en la cooperación binacional, especialmente en temas de comercio, seguridad y migración, áreas en las que Baja California mantiene una relación estrecha con Estados Unidos.
