En menos de un mes, la extensión de territorio con sequía aumentó de 66 por ciento a 75 por ciento, lo que afecta a más de mil 214 municipios, mientras que los incendios forestales han dañado más de 64 mil hectáreas en lo que va del año.
De acuerdo con el Monitor de Sequía en México, dependiente de la Conagua, hasta el 28 de febrero había 66.21 por ciento del territorio con diferentes niveles de sequía.
Mientras, el reporte al 31 de marzo reveló que la afectación se extendió a 74.21 por ciento, en 25 entidades; en ambos registros, el mayor número de casos se ubican en el norte del país.
Los niveles de sequía han contribuido en la proliferación de incendios forestales; en lo que va del año se han registrado dos mil 425, con daños a 64 mil 354 hectáreas, de acuerdo con la Conafor.
La sequía e incendios han provocado crisis en diversos estados, en especial en Nuevo León y
Tamaulipas, donde no han podido controlar los siniestros en la Sierra de Santiago y El Cielo.
En Nuevo León, incluso, se declaró una crisis por la falta de agua ante la sequía que dejó casi vacía la presa La Boca, que surte del líquido a Monterrey y su Zona Metropolitana.
Ante ello, este jueves un avión del Ejército, tipo Air King, inició el bombardeo de nubes, para estimular y provocar lluvia, para mitigar los efectos del desabasto de agua en la Zona Metropolitana de Monterrey, a través de tres presas, y un distrito de riego en Río Bravo, Tamaulipas.
Para ello, se diseñó un polígono de estimulación con una superficie de 400 mil hectáreas, que permitirá almacenar agua.
Además, planean que sirva para controlar el incendio en la Sierra de Santiago, en Nuevo León. En el caso de El Cielo, Tamaulipas, el siniestro cumplió un mes y estiman que tardará 15 días más en ser sofocado.
De acuerdo con el plan, el avión libera yoduro de plata sobre las nubes para propiciar lluvias, y se espera que en los próximos 15 días se generen las precipitaciones.
