MRS / Revista Punto de Vista / 13 de Julio 2024
La reciente visita de la Senadora Xóchitl Gálvez a San Luis Potosí ha generado una ola de reacciones, mayormente críticas, en torno a sus comentarios sobre la situación actual del estado y su administración. Tras su derrota electoral del pasado 2 de junio, Gálvez ha sido acusada de perpetuar una percepción errónea y desinformada de la realidad potosina, al comparar el presente con la llamada “Herencia Maldita” de los gobiernos del PRI y el PAN.
Es innegable que San Luis Potosí ha experimentado cambios significativos en los últimos años bajo la administración actual. Las obras de infraestructura, los programas sociales y el crecimiento económico son evidentes, y esto ha resultado en una alta aprobación del Gobernador Ricardo Gallardo. La gestión actual es considerada por muchos como un respiro después de más de tres décadas de gobierno del PRI y el PAN, marcadas por el rezago y la falta de progreso. Este contexto hace que los comentarios de Gálvez suenen a muchos como una crítica irresponsable y desconectada de la realidad actual.
Los detractores de la Senadora argumentan que su discurso no es más que una serie de lamentaciones post-derrota, dirigidas a una audiencia que ya no está dispuesta a escuchar críticas infundadas. Según ellos, la oposición, representada por Gálvez, se encuentra en un estado de desgaste, sin una estrategia clara más allá de la descalificación. En un entorno donde la ciudadanía está viendo resultados tangibles y positivos de la nueva administración, la táctica de criticar sin fundamento parece estar perdiendo eficacia.
Es importante reconocer que la política es un terreno de constante confrontación y debate. Sin embargo, la crítica constructiva requiere una base de información precisa y una comprensión clara del contexto actual. Ignorar los avances logrados y aferrarse a una narrativa de fracaso no solo es injusto, sino que también es contraproducente para la oposición que busca reconstruir su credibilidad y relevancia ante el electorado.
La realidad es que San Luis Potosí está viviendo una transformación. Los ciudadanos están presenciando un cambio en la administración que se aleja de las prácticas del pasado y se enfoca en el desarrollo y el bienestar social. La alta aprobación del Gobernador es un reflejo de la satisfacción con los resultados obtenidos hasta ahora. Ante esto, la oposición debe replantear su estrategia. En lugar de recurrir a la descalificación fácil, sería más productivo y beneficioso para la democracia presentar propuestas concretas y viables que respondan a las necesidades y aspiraciones de la población.
Los comentarios de Xóchitl Gálvez en su visita a San Luis Potosí han sido recibidos con escepticismo y crítica debido a su aparente desconexión con la realidad actual del estado. La administración vigente ha logrado avances significativos que han mejorado la percepción pública y la calidad de vida de los potosinos. En este contexto, la oposición enfrenta el reto de renovar su enfoque, basándose en una crítica constructiva y en la presentación de alternativas sólidas que contribuyan al continuo progreso de San Luis Potosí.