El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha asegurado que cuenta con solvencia financiera para aproximadamente 14 años, gracias a sus reservas. Sin embargo, reconoce que enfrenta diversos riesgos que deben gestionarse adecuadamente para garantizar la continuidad de sus operaciones, tanto en la prestación de servicios amparados por la Ley del Seguro Social como en sus obligaciones como patrón.
En el Informe al Ejecutivo Federal y al Congreso sobre la Situación Financiera y los Riesgos del IMSS 2022-2023, el instituto ha destacado algunos de los principales riesgos financieros a los que se enfrenta. Estos incluyen la transición demográfica y epidemiológica, la necesidad de inversión en infraestructura y equipamiento para brindar atención adecuada, la búsqueda de mayor eficiencia operativa y financiera, así como el gasto en jubilaciones y pensiones.
El IMSS ha advertido que si estos riesgos no se mitigan mediante acciones estratégicas por parte del instituto y los actores relevantes, como el sector empresarial, la población trabajadora, las representaciones sindicales y el Gobierno federal a través de políticas públicas adecuadas, la continuidad de las operaciones del IMSS podría estar en peligro.
El informe también destaca que el IMSS tiene solvencia estimada hasta el año 2037. Según el análisis realizado, el instituto contará con recursos suficientes para cubrir sus gastos hasta ese año, considerando el uso de sus reservas. Sin embargo, se estima que a partir de 2038, el saldo de las reservas no será suficiente para cubrir los egresos esperados durante el ejercicio.
En 2022, el IMSS reportó ingresos por 564,030 millones de pesos y un remanente de operación de 2,830 millones de pesos. Los resultados consolidados, que incluyen el análisis de suficiencia financiera de los seguros amparados y las obligaciones de pasivo laboral, prevén una situación deficitaria en valor presente de 1.19 billones de pesos, lo cual equivale al 3.8% del Producto Interno Bruto (PIB) estimado para 2023.
Además, al cierre del año pasado, el IMSS registró un indicador de 0.70 camas por cada mil derechohabientes, mientras que los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) tuvieron un promedio de 4.3 camas por cada mil habitantes.
En resumen, los principales riesgos financieros que enfrenta el IMSS son la transición demográfica y epidemiológica en la población derechohabiente, los requerimientos de inversión en infraestructura y equipamiento, la necesidad de mayor eficiencia operativa y financiera, y el gasto en jubilaciones y pensiones, que seguirá siendo significativo en los próximos años.