El nepotismo en Morena es una lucha de palabras

MRS / Revista Punto de Vista / 06 de Enero 2025

El nepotismo en el gobierno de Morena se ha convertido en un tema candente que contradice la promesa de transparencia y ética que el partido ha tratado de proyectar. A pesar de los intentos por combatir esta práctica con nuevas leyes, la realidad muestra un panorama donde las familias de figuras prominentes dentro del partido parecen tener un acceso privilegiado a posiciones de poder.

Desde su llegada al poder, el presidente Andrés Manuel López Obrador y su sucesora, Claudia Sheinbaum, han proclamado su compromiso por erradicar la corrupción y el nepotismo. Sin embargo, los nombramientos recientes revelan una clara contradicción entre el discurso y la práctica. La designación de Andrés López Beltrán, hijo del expresidente, como secretario de Organización de Morena es solo un ejemplo que pone en duda la sinceridad de estas promesas. Este tipo de decisiones no solo generan desconfianza entre los ciudadanos, sino que también alimentan la percepción de que el partido está más interesado en mantener el control dentro de un círculo familiar que en promover una verdadera meritocracia.

El nepotismo no se limita a un solo caso. Las familias Batres, Monreal, Godoy, Taddei y Alcalde están entre las más destacadas en este entramado. Martí Batres, por ejemplo, ha visto a varios miembros de su familia ocupando cargos relevantes, mientras que Ernestina Godoy tiene a su hija y otros familiares trabajando en posiciones clave dentro del gobierno. Este patrón no solo refleja una falta de diversidad en el liderazgo, sino que también perpetúa una cultura donde las oportunidades se distribuyen con base en relaciones familiares más que en competencias.

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La reciente propuesta de Claudia Sheinbaum para prohibir que familiares directos ocupen cargos inmediatamente después de un mandato es un paso que se presenta como una solución al problema. Sin embargo, muchos cuestionan si esta medida será suficiente para cambiar la cultura del nepotismo dentro del partido. La implementación efectiva de estas leyes dependerá de la voluntad política real para hacerlas cumplir, algo que hasta ahora ha sido escaso.

El nepotismo dentro del gobierno morenista es una cuestión que no se puede ignorar. A medida que se presentan nuevas leyes para combatirlo, la evidencia sugiere que las prácticas tradicionales persisten. Para recuperar la confianza del electorado y demostrar un verdadero compromiso con la transparencia y la ética, Morena debe ir más allá de las palabras y adoptar medidas concretas que aseguren la equidad en la asignación de cargos públicos. De lo contrario, las discusiones sobre nepotismo seguirán siendo simplemente reuniones familiares disfrazadas de política.

mrenzi@revistapuntodevista.com.mx

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