En medio de la convulsión por la que atraviesa Morena, el presidente interino, Alfonso Ramírez Cuéllar garantizó “piso parejo” para los aspirantes a la dirigencia nacional y ofreció sacar a su partido del “marasmo” en el que está y restablecer la institucionalidad.
El morenista dijo que tanto Mario Delgado, Bertha Luján y Yeidckol Polevnsky deben tener la certeza de que en el proceso interno habrá imparcialidad y “una decisión unitaria para quien salga lo haga con mucha fortaleza para respaldar los cambios en el país”.
El dirigente refirió que valora la sugerencia del Presidente Andrés Manuel López Obrador de que el método de elección sea a través de encuesta, y que debe ser puesta a discusión. “No quiero que ningún método se convierta en factor de desunión”.
El también legislador federal adelantó que en marzo convocará a una convención en la que “no se tengan motivos de elección, sino diagnósticos de la situación nacional y propuestas de cambio para enriquecer el programa de Gobierno”.
Además, señaló que hablará con Polevnsky, quien el domingo desconoció su nombramiento como presidente interino.
Ella resaltó que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) es el único órgano de dirección del partido que puede establecer los lineamientos para el cambio de dirigencia, por lo que se mantiene y mantendrá al frente del instituto político. “No puede haber dos dirigencias”, expresó.
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