Un total de 36 aspirantes y tres candidatos electos fueron asesinados durante el proceso electoral 2024 en México, convirtiéndolo en los comicios más violentos de la historia moderna del país, según reportó la organización civil Causa en Común. En su informe, la organización detalló que 67 actores políticos perdieron la vida en este periodo electoral.
El proceso, que comenzó en junio de 2023 y concluyó el 2 de junio de 2024 con la victoria de Claudia Sheinbaum como presidenta, fue particularmente violento en 17 de las 32 entidades del país. Guerrero, Chiapas y Michoacán fueron los estados más afectados, con 15, 11 y 9 muertes, respectivamente.
La mayoría de los asesinatos, el 92 por ciento, ocurrieron a nivel municipal y afectaron a todos los partidos políticos. Movimiento Regeneración Nacional (Morena) fue el más afectado, con casi el 42 por ciento de las víctimas, seguido por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) con un 14.9 por ciento y el Partido Acción Nacional (PAN) con el 13.4 por ciento. Otros partidos afectados incluyeron al Partido Verde Ecologista (PVEM), el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Partido Encuentro Solidario (PES), Movimiento Ciudadano y agrupaciones locales.
La violencia no se limitó a los meses previos a la elección, sino que también se manifestó el mismo día de la votación. El candidato a síndico por Cuitzeo, Michoacán, Israel Delgado del PT, fue asesinado horas antes de la apertura de los centros de votación. Además, la sede del Instituto Nacional Electoral (INE) en Acámbaro, Guanajuato, sufrió un ataque con explosivos, y en Coyomeapan, Puebla, las votaciones se suspendieron debido a la irrupción de un grupo armado.
La organización también documentó tres asesinatos de candidatos ganadores: Yonis Baños, presidente municipal electo de Santo Domingo Armenta, Oaxaca (PRI), el 3 de junio; Mario Lázaro Mendoza, regidor electo de Morena en Jacona, Michoacán, el 9 de junio; y Salvador Villalba, presidente municipal electo en Copala, Guerrero, el 17 de junio.
A pesar de estos datos, el Gobierno de México reconoció solo 12 asesinatos de candidatos, negando que se tratara de las elecciones más violentas en la historia del país. El 2 de junio, México celebró la elección más grande de su historia, con 98 millones de ciudadanos llamados a renovar más de 20 mil cargos, incluyendo la presidencia.