Los Ángeles / Ciudad de México, 10 de junio de 2025.- El embajador de Estados Unidos en México, Ronald Johnson , condenó fuertemente los disturbios registrados durante las protestas en Los Ángeles , California, donde algunos manifestantes portaron la bandera de México mientras atacaban patrullas policiales y destruían propiedad pública y privada.
Las protestas surgieron como respuesta a las recientes redadas migratorias del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) , en las que fueron detenidos al menos 11 ciudadanos mexicanos . Durante los disturbios se registró la quema de vehículos de la policía y unidades autónomas de la empresa Waymo .
“Enarbolar una bandera extranjera mientras se ataca a las fuerzas del orden de los Estados Unidos y se destruye propiedad pública o privada solo daña una relación bilateral que trabaja unida”, escribió el diplomático en su cuenta de X.
La reacción del embajador llega un día después de que el presidente estadounidense, Donald Trump , ordenara el despliegue de la Guardia Nacional en Los Ángeles para proteger instalaciones federales. La medida fue criticada por el gobernador demócrata de California, Gavin Newsom , quien aseguró que “el miedo no debe guiar la política migratoria”.
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo , emitió un comunicado desde Palacio Nacional en el que llamó a la comunidad mexicana en Estados Unidos a actuar de manera pacífica. “Llamamos a la comunidad mexicana a actuar de manera pacífica y no caer en provocaciones”, dijo durante su conferencia matutina.
El mensaje de la mandataria también incluyó una condena a las redadas de ICE y al despliegue de la Guardia Nacional, pidiendo diálogo y respeto a los derechos humanos de los migrantes.
El embajador Johnson destacó que las banderas de ambos países deben simbolizar “identidad nacional, orgullo y valores compartidos”, no división ni ilegalidad.
La tensión diplomática entre ambos países parece crecer en medio de una campaña electoral en México y un año previo a las elecciones presidenciales en Estados Unidos, lo que complica aún más el manejo de temas migratorios sensibles.
