El primer migrante hondureño que recibió su tarjeta de visita humanitaria fue Alan Alvarado, quien hace 10 días salió de su país.
Dijo que huye de la violencia en Honduras, también de la falta de empleo. Alvarado explicó que era agricultor pero no le alcanzaba “para nada, me pagaban muy poco por su producción y así no se puede”.
La tarjeta de visitante consiste en la entrega de una pulsera; después, el interesado deberá registrar su nombre para proceder a escanear un código. Acto seguido, se toman sus datos personales, así como una fotografía. Luego de la entrega de la tarjeta, a cargo de El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), se les informa sobre los diversos programas migratorios y de apoyo.
Hasta ayer, en Ciudad Hidalgo se registraron cuatro mil 511 solicitudes de visitantes por razones humanitarias y 915 de infantes y adolescentes, principalmente de migrantes procedentes de Honduras, El Salvador y Guatemala, aunque también hay haitianos, nicaragüenses y unos pocos brasileños.
El puerto fronterizo ha registrado importantes transformaciones a lo largo de los días, se han habilitado diversos espacios para atender a las personas migrantes. Además, hay camionetas con personal que ofrece servicios médicos, puestos de atención psicológica, incluso en un camión-cocina personal de la Secretaría de Marina prepara alimentos para la caravana. También se designó un área especial para los niños.
En Ciudad Hidalgo las autoridades han habilitado un campo futbol para ofrecer servicios de alimentación y de salud a las personas que ya hayan hecho sus trámites; el lugar ya está listo con grandes carpas blancas y servicios sanitarios, personal que resguarda el lugar estima que en los próximos días llegará la mayoría de los migrantes.
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