El expresidente Ernesto Zedillo lanzó una dura crítica a la reciente reforma al Poder Judicial aprobada por el Congreso mexicano y ratificada por una mayoría de legislaturas estatales. Según Zedillo, esta reforma “destruirá al sistema judicial y con ello enterrará la democracia mexicana y lo que quede de su frágil Estado de derecho”. En su discurso inaugural durante la Conferencia Anual de la International Bar Association (IBA) 2024, el exmandatario argumentó que la frustración del presidente Andrés Manuel López Obrador por no contar con una Suprema Corte sumisa ha llevado a una “venganza brutal” contra la independencia del Poder Judicial.
Zedillo subrayó que múltiples análisis realizados por juristas, abogados, y organizaciones de la sociedad civil concluyeron que la propuesta presidencial no mejorará la capacidad del Estado para impartir justicia. “No sirve porque esta reforma no cumple con lo que debe existir en toda democracia: igualdad ante la ley, protección de derechos, imparcialidad, acceso a la justicia, capacidad de respuesta, transparencia, debido proceso y proporcionalidad”, enfatizó.
El exmandatario advirtió que los cambios propuestos violarían prácticamente todos esos principios fundamentales, y señaló que la reforma no aborda las deficiencias institucionales que han contribuido a la crisis de seguridad en el país. Zedillo también alertó sobre el riesgo de que, como resultado de esta reforma, todos los jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte sean destituidos en los próximos tres años, siendo reemplazados por personas elegidas mediante un proceso electoral que, según él, estará controlado por el partido en el poder.
Además, Zedillo criticó la falta de requisitos profesionales y de experiencia para los nuevos candidatos, lo que podría resultar en la elección de individuos más dóciles que competentes. “Este procedimiento de elección se reproducirá en esta reforma, en los Poderes Judiciales estatales”, advirtió, señalando que actores con intereses cuestionables, incluyendo el crimen organizado, podrían influir en los resultados.
El exmandatario también se refirió al nuevo Tribunal de Disciplina Judicial, argumentando que su propósito no será supervisar el funcionamiento interno del poder judicial, sino asegurar que los jueces obedezcan a sus “amos políticos”. Zedillo concluyó su intervención enfatizando que esta reforma representa un riesgo significativo para la independencia del sistema judicial en México y, por ende, para la democracia misma.
