En México, contar con la escritura pública de una vivienda es fundamental para garantizar la propiedad legal y protegerse de posibles despojos. La escritura es el documento oficial que acredita la titularidad de un inmueble y debe ser tramitada ante un notario público. Este trámite asegura que la propiedad esté libre de adeudos, hipotecas o problemas legales, y que su transferencia se registre en el Registro Público de la Propiedad.
El proceso para escriturar una casa implica reunir varios documentos, entre ellos identificaciones oficiales del comprador y vendedor, el contrato de compraventa, el avalúo de la propiedad para certificar su valor real, y certificados que prueben que la casa está libre de gravámenes, es decir, sin cargas u obligaciones financieras que puedan afectar su uso o venta. También se requiere comprobar que los pagos por servicios como agua y predial estén al corriente.
Si una persona no escrituró su vivienda, enfrenta el riesgo de perderla en disputas legales o mediante fraudes, ya que sin escritura no hay prueba oficial de propiedad. Este documento es esencial para formalizar la transmisión legal de la casa, proteger al dueño ante terceros y facilitar procesos futuros como ventas, herencias o créditos hipotecarios.
El notario público juega un papel clave, ya que verifica la legalidad de los documentos, retiene y paga los impuestos correspondientes, redacta la escritura pública y la inscribe en el Registro Público. Este proceso da seguridad jurídica a la propiedad y evita problemas legales que puedan afectar a las familias. Por ello, es crucial no dejar pendientes los trámites de escrituración y actuar oportunamente para evitar complicaciones posteriores.
Es importante destacar que la escrituración es un acto legal y no solo una formalidad, y su ausencia puede ser aprovechada para despojar legalmente a los dueños de su patrimonio inmobiliario. Para protegerse, se recomienda acudir cuanto antes con un notario y completar todos los requisitos necesarios para obtener la escritura que ampare la propiedad de la casa.
En resumen, escriturar una casa es el paso indispensable para consolidar los derechos sobre la vivienda y protegerla contra cualquier intento de despojo o disputa legal, asegurando tranquilidad y certeza para los propietarios y sus familias.
