Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador generó polémica en la prensa nacional al declarar este miércoles durante su conferencia matutina que su gobierno se va “a dar un tiempo” en las relaciones con España sin dar más detalles, ya hubo reacciones al respecto por parte de autoridades del país europeo.
Fue el ministro de Relaciones Exteriores, José Manuel Albares, quien expresó ante los medios desde Lyon, Francia, su “sorpresa” por la intención del presidente mexicano. En este sentido, dijo que está verificando cuáles fueron las palabras exactas de AMLO, con el fin de evitar interpretaciones fuera de contexto.
Y es que aseguró que hasta el momento el gobierno mexicano no ha emitido ningún comunicado sobre el tema al gobierno de España.
“No suponen una posición oficial […] No ha hecho ninguna acción que pueda justificar una declaración de este tipo”
Sin embargo, ya pidió “explicaciones” al presidente López Obrador sobre el significado de esos dichos.
“Vuelvo a insistir, no tiene una traducción oficial. Habría que preguntarle al presidente qué es lo que ha querido decir con eso y cuál es el tenor oficial que le da a esas declaraciones”
El jefe de la diplomacia española señaló que a su juicio, las declaraciones de AMLO se contradicen con las efectuadas hace una semana por el propio presidente y con lo que le dijo el canciller Marcelo Ebrard, con quien tuvo un “encuentro cordial” el pasado día 27 de enero en Tegucigalpa, Honduras, donde ambos coincidieron en la toma de posesión de la nueva presidenta, Xiomara Castro.
Incluso ahí, Albares le comunicó a Ebrard la concesión del plácet al nuevo embajador de su país en España, Quirino Ordaz, ex gobernador priista de Sinaloa, que llevaba cuatro meses pendiente, lo que este agradeció públicamente.
Además, subrayó que “la relación entre España y México es una relación estratégica que va más allá de declaraciones súbitas o palabras puntuales” y que, lejos de estar en pausa, el flujo de inversiones en ambas direcciones no ha hecho más que crecer en los últimos años y es obligación de ambos gobiernos acompañar estas relaciones empresariales.
Sin embargo, en un tono más firme, añadió que “el Gobierno español no ha hecho ninguna acción que pueda justificar una respuesta de este tipo” y que lo que hará, en todo caso, “es defender los intereses de España en cualquier circunstancia y ante cualquier país”.