De acuerdo a los últimos datos recopilados por el Monitor Público de Vacunación en la Argentina, 971.869 personas fueron inoculadas con las dos dosis contra el COVID-19, lo que representa el 2,13% de la población; mientras que poco más de 7 millones ya recibieron el primer componente, un 15,43% de los habitantes.
En este sentido, resulta fundamental conocer qué errores se deben evitar para seguir cuidándose y cuidando a aquellos que nos rodean. Infobae consultó a reconocidos profesionales de la salud en relación a las conductas que no deben relajar los ya vacunados y el consenso fue unánime: “no deben creer que son inmunes, ya que a pesar de que las probabilidades de que enfermen gravemente son muy bajas, pueden de todas formas se pueden contagiar y propagar el virus SARS-CoV-2″.
De acuerdo al infectólogo y epidemiólogo Hugo Pizzi (MN 54.101), “en general, el 65% de la población adquirió hábitos de defensa contra el COVID-19. A pesar de esto, se observa que un porcentaje de los vacunados se relajó y esto trajo como consecuencia contaminaciones”.
“También sucedió esto con personas que transcurrieron la enfermedad asintomaticamente, estas personas creyeron que todo había pasado y sin embargo algunos de ellos tuvieron reinfecciones y un 30% secuelas. Siempre estuvo presente la indisciplina”, opinó a este medio.
En diálogo con Infobae, el doctor Lautaro de Vedia, infectólogo (MN 70640), ex presidente y actual miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), apuntó: “El principal error es creer que porque uno está vacunado ya es inmune. Hemos visto muchos casos, incluyendo el del Presidente (NDLR: Alberto Fernández recibió las dos dosis de la vacuna Sputnik V y se contagió COVID-19 a principios de abril) aún el vacunado tiene que seguir cuidándose, ya que la vacuna evita fundamentalmente que tengamos formas graves de la afección, cuadros que requieran terapia intensiva, mas no que tengamos COVID-19, y entonces podemos trasladar el virus, transmitirlo a terceras personas”:
“En este momento de tanta circulación viral, la persona vacunada tiene que seguir cuidándose como lo hace todo el mundo, usando el tapaboca, manteniendo la distancia, estando en ambientes ventilados y con un correcto y frecuente lavado de manos”, añadió.
Consultada por este medio, la infectóloga Gabriela Piovano (MN 85.555), profesional del Hospital Muñiz, aseveró: “El hecho de estar vacunado da la sensación de protección para la infección, pero la verdad es que nosotros sabemos que las personas que se han inoculado, hay un porcentaje de ellos que va a tener igual la infección y que la puede transmitir, por eso es importante seguir manteniendo las medidas de cuidado”.
Por su parte y para el médico pediatra Carlos Kambourian (MN 105494), ex presidente del Hospital Garrahan, son tres los errores que no deben cometer los inmunizados al 100%: “Una vez vacunados, pensar que no nos vamos a enfermar bajo ningún punto de vista; el segundo es que una vez inoculados no vamos a contagiar más y esto es algo que no sabemos y tercero pensar que ya con las dos dosis se terminaron los cuidados y ya no debemos usar el barbijo o mantener los dos metros de distancia; creo que esas son las 3 conductas que debemos evitar”.
En total coincidencia y según explicó a Infobae, Ángela Gentile, infectóloga pediatra, epidemióloga (MN 49908), jefa del Departamento de Epidemiología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, “El error más habitual de los vacunados incluso con una dosis es pensar que están absolutamente protegidos y que pueden no seguir estrictamente todos los protocolos de distanciamiento, uso de barbijo, lavado de manos y todo lo que implica una buena ventilación, es decir lo que se viene hablando permanentemente. Cabe destacar que una dosis evita las formas graves de la enfermedad, la hospitalización y muerte e incluso dos dosis da más protección a lo largo del tiempo, pero no sabemos si este esquema evita la transmisión”.
“Entonces, si la transmisión aún no tenemos claro que la evita la vacunación, todo el resto de las medidas hay que seguir cumpliéndolas y por otra parte tampoco tenemos todavía en el mundo lo que llamamos correlato de protección, es decir qué nivel de anticuerpos hay que alcanzar para precisamente ser protector, entonces son todavía muchas cosas que tenemos que seguir trabajando, por lo cual la recomendación es vacuna más todo el protocolo que hemos aprendido en este tiempo”, precisó a este medio Gentile.
Algunas recomendaciones extra
Desde los Estados Unidos, nación que aplica las vacunas de Pfizer/BioNTech, Moderna y Johnson & Johnson y ya logró inocular completamente a 588 millones de personas, la doctora en virología y profesora del Hunter College de Nueva York Laura Palermo brindó a Infobae una serie de consejos adicionales para los que ya completaron su esquema de vacunación: ¿Qué medidas de precaución se deben tomar aún después de haber sido vacunado? “Hay que continuar utilizando barbijos o tapabocas bien ajustados, sin dejar espacios a los costados de la cara, al estar en 3 situaciones diferentes: en ámbitos públicos cerrados, lo que incluye todo tipo de transporte público; segundo en espacios cerrados en presencia de personas que no estén vacunadas y que pertenezcan a más de un hogar; y por último cuándo uno está en un ámbito cerrado con alguien que no está vacunado y tiene condiciones que lo hacen más vulnerable a una infección aguda o que vive con alguien con estas características”.
“Algo muy importante es evitar grandes reuniones de personas en ámbitos cerrados y si se presentan síntomas de COVID-19 es fundamental hacerse el test, quedarse en casa y lejos de otros; seguir con los protocolos incluso en el ámbito laboral o escolar y por último si la persona que recibió el inoculante tiene un sistema inmunológico débil o está recibiendo un tratamiento para reducir la respuesta inmune, debe continuar aún así vacunado con todas las precauciones para evitar la infección”, enumeró la experta en la historia de las enfermedades y afecciones infectocontagiosas.
En definitiva, los especialistas coinciden en que existen una serie de formas de actuar a la hora de haber recibido las dos dosis de la vacuna contra el COVID-19 que no ayudan a que el virus se siga propagando y sigamos teniendo un número de casos diarios confirmados aún muy alto a pesar de las restricciones. Lo mismo aplica para las 7.020.058 personas que recibieron el primer componente en la Argentina:
1- Pensar que uno es inmune inmediatamente
Ciertas personas creen que una vez vacunadas con los dos componentes ya están blindadas contra el COVID-19 y esto no es así. Primero, existe un periodo de alrededor de dos semanas desde que se aplica la segunda dosis hasta que el cuerpo adquiere el nivel máximo de anticuerpos. Segundo, a pesar de tener un alto porcentaje de eficacia -por ejemplo en el caso de Sputnik V ronda el 91,6%- existen posibilidades de que la persona pueda contraer la enfermedad de todas formas, y lo que el inoculante hace es evitar que en este caso el cuadro sea severo o grave, requiera internación o empeore hasta causar la muerte.
2- Creer que uno no puede contagiarse estando completamente vacunado
En la Argentina el caso más resonante es el del mismísimo presidente Alberto Fernández, que da ejemplo que una persona inoculada igualmente puede infectarse al estar en contacto con alguna de las variantes del SARS-CoV-2. Según explican los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), “algunas personas que están totalmente vacunadas contra el COVID-19 podrán enfermarse porque las vacunas no son 100% efectivas”.
La versión de AstraZeneca, la Sputnik V y la china de Sinovac, que se están aplicando en muchos países de Latinoamérica y en Europa, tienen diferentes niveles de eficacia para prevenir las infecciones, pero, ninguna es 100% eficaz y por lo tanto podemos contagiarnos a pesar de habérnoslas aplicado.
3- Olvidarse del lavado de manos
El hábito de adquirir y mantener un frecuente lavado de manos parece menor pero es muy importante no solo a la hora de minimizar el riesgo de exposición o contacto con el coronavirus, sino que es una medida sanitaria que nos protege de bacterias y otro tipo de afecciones que con una asepsia o higiene se pueden evitar. Una encuesta realizada en enero mostró que el 57% de los participantes afirmaba lavarse las manos seis o más veces al día, en comparación con el 78% que mantenía esta frecuencia de lavado al comienzo de la pandemia, en marzo de 2020. Incluso un nuevo estudio publicado en la revista científica JAMA que se hizo en un hospital de Chicago encontró que el nivel del lavado de manos bajó a niveles pre COVID-19.
4-No aislarse en caso de presentar síntomas
Creer que por estar inmunizado completamente una persona no debe aislarse al presentar síntomas compatibles por COVID-19 es un error frecuente y peligroso. Los CDC dicen que cualquier sujeto vacunado con síntomas debe aislarse y ser evaluado clínicamente. Y esto especialmente si estuviste expuesto a una persona con COVID-19 o con la sospecha de estar infectado.
5-No usar la mascarilla o tapaboca
A pesar de que en algunos países como en Israel o Reino Unido algunas actividades ya se pueden realizar sin el barbijo, lo recomendable es que a pesar de tener las dos dosis y que haya pasado un tiempo considerable luego de la última aplicación, se debe seguir utilizando la máscara facial que cubra nariz, boca y mentón. Esto es incluso en actividades con alta concentración de personas a pesar de que sea en lugares al aire libre. Lo mismo aplica para el transporte público, lugar de alta circulación del virus SARS-CoV-2, y centros comerciales o eventos en espacios cerrados. Allí es más que nunca, imprescindible su uso, afirman los CDC.
Fuente: https://www.infobae.com