La Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), encargada de garantizar que las actividades del sector de hidrocarburos se realicen con protección al medio ambiente, aspectos sociales y desarrollo económico, se encuentra en el ojo de la tormenta debido a sus supuestas limitaciones para cumplir con su deber en el caso de Pemex, según expertos consultados.
Gustavo Alanis, director general del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), ha manifestado su preocupación por la situación de la ASEA, alegando que la agencia se encuentra “atada de manos” cuando se trata de sancionar a Pemex por cuestiones ambientales o incidentes que afectan al entorno natural. Esta restricción se debe a que tomar medidas en contra de Pemex implicaría ir en contra de la misma Administración a la que pertenece la ASEA, generando un ambiente de impunidad.
Alanis afirmó: “Lo que pasa es que la ASEA está en una situación complicada porque es juez y parte, no puede hacer su trabajo porque es ir en contra del propio Gobierno al que pertenece, entonces la dejan en una situación complicada. Aunque deberían estar supervisando, fiscalizando, clausurando, multando, etcétera, pues no lo hacen porque son ellos mismos dentro del mismo Gobierno (…) Lo que hace es que haya una impunidad total en la que pueden hacer lo que quieran”.
Pablo Ramírez, especialista en energía y cambio climático de Greenpeace México, también destacó la falta de acción por parte de la ASEA en el caso de Pemex. Ramírez señaló que los problemas ambientales y de emisiones de Pemex no son nuevos, pero desde el inicio de la actual Administración, el regulador ha estado ausente.
Ramírez comentó: “El gran tema es que hay un gran vacío en temas de transparencia y rendición de cuentas, pero lo que hemos visto desde esta Administración, de una manera muy preocupante, es que la ASEA es inexistente, y no solo hablamos de que no hace un buen trabajo, sino que no está presente. Los reguladores, particularmente ASEA, no tienen capacidades, atribuciones, y ni tienen recursos, pero sobre todo hay una falta de autonomía preocupante que hace que cuestionarnos si su existencia sirve de algo”.
La necesidad de tomar medidas urgentes se hace evidente a raíz de incidentes recientes, como el accidente ocurrido el 7 de julio en la plataforma Nohoch-Alfa, donde una explosión dejó tres personas fallecidas y una afectación en la producción petrolera de 700 mil barriles. Además, el 17 de julio, REFORMA informó sobre un mega derrame de petróleo en la Sonda de Campeche, específicamente en el campo de Ek Balam, que abarcó aproximadamente 400 kilómetros cuadrados según imágenes satelitales.
En relación al derrame en Ek Balam, Greenpeace solicitó un dictamen a Pemex, el cual fue negado por estar clasificado como un “tema de seguridad nacional”, según explicó Ramírez.
La falta de acción efectiva por parte de la ASEA en la supervisión ambiental de Pemex plantea serias interrogantes sobre la protección del medio ambiente en el sector de hidrocarburos y el equilibrio entre las responsabilidades regulatorias y la lealtad institucional.