En un golpe a la producción petrolera de Petróleos Mexicanos (Pemex), el mes de julio experimentó un descenso del 2.1% en la producción de petróleo crudo en comparación con el mes anterior, como consecuencia directa de una explosión y derrame ocurridos a principios de julio. Según datos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), la producción de petróleo crudo se situó en un millón 532 mil barriles diarios en julio, frente a un millón 566 mil barriles en junio.
El 7 de julio, Pemex sufrió una explosión en la plataforma Nohoch-Alfa, localizada en el campo Cantarell, lo que resultó en el cierre de pozos productores para mitigar mayores daños. Esto generó una pérdida aproximada de 700 mil barriles en la producción. Paralelamente, organizaciones ambientalistas reportaron un derrame en el campo Ek-Balam, también parte de Cantarell, que dejó una mancha de hasta 400 kilómetros cuadrados, según evidencia de imágenes satelitales.
La distribución de la producción mostró que un millón 228 mil barriles provinieron de aguas someras, mientras que los restantes 407 mil barriles procedieron de campos terrestres. Además, la producción de gas natural también experimentó una disminución del 2%, llegando a 4 mil 739 millones de pies cúbicos diarios en julio.
Arturo Carranza, experto en energía, advirtió sobre las perspectivas de Pemex para el resto del año, indicando que es improbable que la compañía alcance su meta de 2 millones de barriles diarios. Carranza explicó: “Este tipo de incidentes que se han presentado a lo largo del año y que tienen impacto en la producción, pues los nuevos campos no logran compensar la producción que se difiere por ese tipo de incidentes”.
En consecuencia, el cierre del año podría llevar a Pemex a mantener los niveles actuales de producción de hidrocarburos, en vista de los desafíos persistentes y las interrupciones causadas por incidentes como la explosión en la plataforma Nohoch-Alfa y el derrame en Ek-Balam.