Familias huyen del campo ante la inseguridad y el crimen organizado

Extorsiones, robo de ganado e instrumentos de trabajo, desde los más básicos hasta tractores o transformadores, es la constante que padecen las familias que habitan en el campo jalisciense, considerado el Gigante Agroalimentario.

La inseguridad en el agro se ha focalizado en municipios en los que la principal actividad es la agroindustria y la ganadería, principalmente en la zona de los Altos, indicó Adalberto Velasco Antillón, presidente de la Unión Ganadera de Jalisco.

Cifras de este organismo indican que más de 24 mil ganaderos han dejado el campo y rentan sus tierras en 18 mil o 20 mil pesos, porque la inseguridad y el temor a que sean afectados en sus bienes o en sus familias, los lleva a prácticamente desplazarse de municipios como Tepatitlán o Arandas.

En estos casos, la cifra negra sobre denuncias atiende a la infiltración del crimen organizado que ha reconocido el gobernador Enrique Alfaro, debido a que los afectados prefieren lidiar con lo robado antes que acudir a una agencia del Ministerio Público, por temor a los halcones, afirmó Velasco.

El robo de ganado ya no es en pequeño volumen, ahora llegan con tráileres a los ranchos. De 2013 a agosto de 2021, se abrieron en la Fiscalía del Estado de Jalisco tres mil 612 carpetas de investigación por abigeato (robo de ganado) y en rastros municipales de 37 ayuntamientos de la zona metropolitana de Guadalajara. Y en la zona de los Altos como Arandas, Tepatitlán, Ocotlán y Puerto Vallarta, se detectó ganado presuntamente robado.

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