La Fiscalía General de la República inició una investigación por delincuencia organizada tras la explosión de un coche bomba frente a la sede de la Policía Comunitaria en Coahuayana, Michoacán. El atentado ocurrido el sábado dejó un saldo de cinco personas fallecidas, entre ellas tres policías comunitarios, además del conductor de la camioneta y otra víctima más que permanece sin identificar.
En un comunicado, la FGR confirmó que quince peritos forenses y once policías federales ministeriales fueron asignados al caso. Los especialistas trabajan en áreas de criminalística de campo, fotografía, medicina, genética, lofoscopia, telecomunicaciones, tránsito terrestre, ingeniería, arquitectura, incendios y explosivos, química y balística, con el fin de esclarecer el origen del ataque y determinar responsabilidades.
El fiscal estatal, Carlos Torres, informó que la camioneta involucrada ingresó a Michoacán horas antes del estallido proveniente del estado de Colima. El secretario de Gobierno, Raúl Zepeda, agregó que por ahora se desconoce el móvil del atentado, aunque confirmó que la explosión causó daños materiales en las instalaciones de la Policía Comunitaria y en comercios ubicados hasta a 300 metros del lugar.
Las autoridades continúan recopilando evidencia para definir la línea de investigación y descartar o confirmar la participación de grupos criminales en este ataque.
