
La Fiscalía General de la República (FGR) de México ha relacionado el asesinato de Ernesto Cuitláhuac Vásquez Reyna, delegado en Tamaulipas, con una serie de operativos recientes que lograron importantes decomisos de combustible robado, conocido como huachicol. Vásquez fue asesinado en un ataque violento en la ciudad de Reynosa, en plena luz del día, en un hecho que las autoridades atribuyen a una posible venganza del crimen organizado afectado por estas acciones.
Durante los últimos meses, las fuerzas federales realizaron varios operativos destacados en Tamaulipas, entre ellos el decomiso en marzo de más de 12 millones de litros de combustible ilegal en Altamira, así como otros aseguramientos significativos en Nuevo Laredo y Reynosa. En particular, un cateo realizado el 26 de julio en Reynosa permitió asegurar más de un millón 800 mil litros de gasolina, además de vehículos y equipo utilizado por las bandas dedicadas al robo y tráfico de combustible.
El contexto de la ejecución, caracterizado por una violencia inusitada y uso de armas letales, llevó a la FGR a señalar que el crimen probablemente proviene de la delincuencia organizada, la cual sufrió un golpe económico importante con estos decomisos. La investigación está en curso y se mantiene la cooperación entre autoridades federales y estatales para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.










