Para apuntalar la posición financiera de Pemex y reducir los riesgos en su presupuesto, la Junta Directiva del Fondo Monetario Internacional hizo un llamado al Gobierno de México a revisar su plan de negocios.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) urgió a México a revisar el plan de negocios de la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex) para apuntalar su posición financiera y reducir los riesgos en su presupuesto.
Esto después de que en octubre pasado, el organismo internacional redujera de 0.9 a 0.4 por ciento el pronóstico de crecimiento económico para 2019, debido al estancamiento de las reformas, un menor gasto público y débil recaudación e inversión.
En las conclusiones de la revisión del Artículo IV, dados a conocer este lunes, la Junta Directiva del FMI destacó además la necesidad de implementar con firmeza políticas macroeconómicas sólidas, combinada con la aceleración de reformas estructurales.
Asimismo, consideró necesario medidas adicionales para alcanzar los objetivos fiscales anunciados, para lo cual son necesarios objetivos todavía más ambiciosos, y en este contexto, se requiere incrementar los ingresos no petroleros.
En cuanto a Pemex, el organismo hizo énfasis en la necesidad de avanzar en la venta de activos no estratégicos y presentar planes de reducción de costos operativos con miras a mejorar su rentabilidad.
De acuerdo con un comunicado conjunto de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Banco de México (Banxico), el FMI expuso que una mayor cooperación con empresas privadas también podría estimular la producción y diversificar riesgos.
La empresa productiva del Estado reportó pérdida por 87 mil 585 millones de pesos durante el tercer trimestre del año en curso, con lo que sumó cuatro trimestres con resultados financieros negativos.
Ante un aumento en los riesgos de reversión de flujos de capital y la desaceleración del crecimiento, el organismo internacional consideró necesario implementar políticas macroeconómicas sólidas con la aceleración de reformas estructurales para promover un crecimiento sólido, sostenible e incluyente.
Apuntó que las autoridades federales han trabajado para preservar un marco institucional y políticas muy sólidas, lo cual ha contribuido a la resiliencia de la economía mexicana ante una incertidumbre elevada en un “entorno complejo”.
Pero el crecimiento “se ha estancado por la elevada incertidumbre política, las restrictivas condiciones monetarias y la ejecución presupuestaria”.
Reconoció la determinación de las autoridades mexicana para mantener la disciplina fiscal, no obstante, enfatizó que se necesitan medidas adicionales para alcanzar los objetivos fiscales anunciados y consideró necesarios objetivos todavía más ambiciosos para colocar la razón de deuda pública a PIB en una trayectoria descendente.
En este contexto, subrayó la necesidad de incrementar los ingresos no petroleros, toda vez que hay margen para fortalecer la administración de los ingresos, racionalizar el gasto fiscal, incrementar los impuestos locales y hacer el sistema tributario más progresivo, al tiempo que se mejora la eficiencia del gasto público.
En este sentido, también consideró conveniente crear un consejo fiscal para apoyar el compromiso del gobierno con la responsabilidad en la materia.
No obstante, la entidad espera una ligera aceleración del crecimiento en el corto plazo, lo cual permitirá alcanzar una variación anual del PIB de 0.4 por ciento en 2019, a medida que las políticas macroeconómicas se vuelvan menos contractivas.
Para 2020, proyectó una recuperación del crecimiento a 1.3 por ciento, sustentado en un fortalecimiento del consumo y a pesar de que continúe la debilidad en la inversión.
Por ello, el FMI pronóstico que la inflación general se mantenga cercano al objetivo del Banco de México (Banxico), de 3.0 por ciento, y la inflación subyacente disminuya gradualmente de su nivel elevado. (Ntx)
Fuente: http://www.aristeguinoticias.com