MRS / Revista Punto de Vista / 19 de Octubre 2024
Los resultados más recientes de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) del INEGI han puesto en evidencia una alarmante realidad en San Luis Potosí, donde el área metropolitana de la capital se posiciona en el tercer lugar de prevalencia delictiva entre las zonas urbanas del país, solo superada por Toluca y la zona norte de la Ciudad de México. Esta situación no solo refleja un incremento en la inseguridad, sino también una falta de respuesta efectiva por parte de la autoridad municipal.
Según los datos publicados en septiembre, la tasa de robos o asaltos en la calle y el transporte público en San Luis Potosí es de 13,190 por cada cien mil habitantes, lo que coloca a esta ciudad en una posición preocupante. De este total, más del 75% de las víctimas reportaron haber sido asaltadas en la calle, mientras que un 14.6% sufrió robos en el transporte público. Estas cifras revelan no solo la vulnerabilidad de los ciudadanos, sino también una creciente desconfianza hacia las autoridades municipales encargadas de garantizar su seguridad.
El alcalde Enrique Galindo Ceballos como siempre ha intentado minimizar esta crisis al reunirse con autoridades estatales para abordar el problema. Sin embargo, su administración ha sido criticada por manipular estadísticas y presentar una imagen distorsionada de los logros en materia de seguridad. En lugar de reconocer la gravedad del problema, se ha recurrido a campañas publicitarias costosas que intentan mostrar un panorama optimista que no corresponde con la realidad vivida por los potosinos.
La utilización selectiva de datos por parte del alcalde Galindo Ceballos es un tema recurrente. Galindo ha presentado los resultados de la ENVIPE cuando estos a su conveniencia le favorecen, pero ignora contextos más amplios que evidencian el aumento constante en la incidencia delictiva. La falta de transparencia y la manipulación informativa generan desconfianza entre los ciudadanos, quienes sienten que sus preocupaciones son desestimadas y que el alcalde capitilino no ha tomando medidas efectivas para combatir el crimen.
Los ciudadanos han comenzado a alzar la voz ante esta situación. Un porcentaje significativo de la población considera que la inseguridad es el problema más grave que enfrenta la capital de San Luis Potosí hoy en día. Las historias de víctimas son cada vez más comunes; muchos comparten experiencias desgarradoras sobre asaltos y robos que han afectado su calidad de vida. La percepción general es que cualquier zona puede ser peligrosa, incluso aquellas que antes se consideraban seguras.
La situación actual en la capital potosina exige una respuesta inmediata y efectiva por parte del gobierno municipal. La manipulación estadística y las campañas publicitarias millonarias no son suficientes para abordar un problema tan complejo como lo es la inseguridad. Es imperativo que las autoridades municipales reconozcan la realidad para implementar estrategias que realmente garanticen su seguridad. Sin un compromiso genuino hacia la transparencia y la acción efectiva, la ciudad de San Luis Potosí seguirá atrapado en un ciclo de violencia e impunidad que afecta a todos sus habitantes.