Las pérdidas de ingresos para cada estación de servicio que ha dejado de despachar gasolinas durante un día completo son de aproximadamente 200,000 pesos en el interior de la República y de 400,000 pesos diarios en el valle de México, reveló Sebastián Figueroa, CEO de FullGas, mientras que el abasto se ha regularizado poco a poco por lo menos en cinco entidades donde este grupo gasolinero registró cierres totales de hasta cinco días en 11 estaciones de servicio.
Las mayores afectaciones, explicó a El Economista, fueron observadas en el Estado de México, donde los cierres se prolongaron por hasta cinco días, con las mayores pérdidas, ya que dada la demanda del valle de México, se perdieron ingresos de 400,000 pesos por cada día sin operaciones.
En León, Guadalajara y Puebla, las pérdidas de ingresos por día fueron de aproximadamente la mitad, sin embargo, estas ciudades donde la escasez de combustibles comenzó desde los primeros días de enero, han registrado también cierres totales de establecimientos que se prolongan hasta dos días. Además, pararon actividades también de manera total durante dos días en un establecimiento de Coahuila, entidad que no se incluye entre las más afectadas por los retrasos en el reparto de combustibles por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex).
“Me imagino que igual que a todos los gasolineros del país, la situación nos tomó completamente por sorpresa. Nadie nos avisó nada (…) Estamos viendo más regularidad en la llegada de pipas tanto para nosotros como en negocios cercanos, y a este ritmo todo parece indicar que la situación mejorará en estos días, avanzará durante el fin de semana y se regularizará la próxima semana”, refirió Sebastián Figueroa.
Respecto a la logística para la descarga de pipas, Pemex no respondió cómo se ponderan las entregas.
Sin embargo, Figueroa explicó que los expendedores realizan sus compras a la estatal a través del portal de ingreso exclusivo para clientes de Logística, donde los criterios de reparto son muy transparentes: se entrega en el orden en que llegan solicitudes, sin ponderar demanda o ubicación, y así se ha observado durante los días de contingencia.
Para el empresario, “la turbulencia que hemos vivido en los últimos días nos hizo reflexionar sobre la bestialidad que se roba en los ductos de Pemex, es una fortuna, y ya lo veíamos como algo natural”.
Si la estrategia de seguridad funciona y el robo de combustibles disminuye, el beneficio para la competencia entre gasolineros y para las finanzas del país será muy superior a lo proyectado, consideró.
Fuente: https://www.eleconomista.com.mx