Según el Censo Nacional del Sistema Penitenciario 2023 realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el gobierno federal de México invierte en promedio 209,561 pesos al año por cada persona recluida en los 314 centros penitenciarios federales, estatales y especializados del país.
Los datos publicados revelan que el presupuesto asignado en 2022 alcanzó los 47,385 millones de pesos, la cifra más alta de los últimos seis años. Sin embargo, el personal en los reclusorios estatales ha disminuido en un 7.5% durante el sexenio reciente, y el 77% de los empleados percibe un salario inferior a 20,000 pesos mensuales.
El incremento en los recursos públicos destinados a las cárceles es evidente, ya que en 2022 representó un 134% más que en 2017, pasando de 20,036 millones de pesos a 47,385 millones.
Del presupuesto total ejercido por los centros penitenciarios en 2022, el 43.6% se destinó a los federales y el 56.4% a los estatales. El estado de México concentró el 26.9% de los recursos ejercidos en estos últimos.
Aunque el gobierno ha destinado un aumento constante al sistema penitenciario, el censo también reveló una preocupante estadística: cuatro de cada diez presos aún no cuentan con sentencia.
En cuanto al personal, las estadísticas al cierre de 2022 indican que el número de empleados en centros penitenciarios estatales disminuyó en un 7.5% en comparación con 2017, pasando de 40,512 a 37,669 empleados. De ellos, 23,060 son hombres y 14,609 son mujeres.
El informe del Inegi aclaró que la información sobre el personal solo incluye datos de los centros penitenciarios estatales y especializados, ya que las cifras absolutas del personal adscrito en los federales se consideran información reservada.
En cuanto a los ingresos brutos mensuales del personal, el 77.8% de los empleados en penales federales percibió entre 15,000 y 20,000 pesos, mientras que el 37.2% de la plantilla en prisiones estatales y especializadas recibió entre 10,000 y 15,000 pesos.
En el desglose de funciones, solo el 7.4% de los empleados en reclusorios federales son médicos, y en los centros estatales este porcentaje es del 3.8%. Además, solo el 3.8% y el 2.4% de los presidios federales y estatales, respectivamente, cuentan con sicólogos.
El panorama plantea retos significativos para el sistema penitenciario en México, donde la inversión y la calidad del personal son aspectos fundamentales para la correcta rehabilitación y reinserción social de los reclusos.
