El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, negó rotundamente la posibilidad de renunciar a su cargo en medio de la creciente violencia que ha azotado la entidad durante las últimas tres semanas. Durante su presencia en la transmisión de poderes en el Palacio Legislativo de San Lázaro, Rocha enfatizó que fue elegido por el pueblo de Sinaloa y que cuenta con el apoyo de la presidenta Claudia Sheinbaum.
“No existe la posibilidad de eso (de su renuncia). No hemos hecho que nos lleve nada a eso”, afirmó Rocha, quien añadió que la violencia es un problema que afecta a diversas partes del país y que su administración está respondiendo con “carácter y energía”.
La ola de violencia en Sinaloa ha sido atribuida a enfrentamientos entre facciones del Cártel de Sinaloa, intensificados tras la detención del capo Ismael “Mayo” Zambada en Estados Unidos el 25 de julio. En respuesta a esta crisis, el Gobierno mexicano ha desplegado más de 2,200 elementos de las Fuerzas Armadas en la región.
A pesar de los esfuerzos del gobierno y de las fuerzas armadas, tanto el expresidente Andrés Manuel López Obrador como los altos mandos militares han señalado que la reducción de la violencia dependerá de la capacidad del Cártel de Sinaloa para cesar sus luchas internas. Rocha Moya se mantiene firme en su liderazgo y en su compromiso de trabajar en favor de la seguridad de los sinaloenses.