
La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, ofreció un breve mensaje el lunes 12 de mayo, en el cual afirmó no haber cometido ningún delito, pero evitó referirse a su esposo, Carlos Torres Torres, quien también enfrenta la revocación de su visa por parte del gobierno de Estados Unidos .
Según informes de medios locales, la cancelación de las visas de Ávila y Torres estaría relacionada con una investigación por presunto lavado de dinero, debido a depósitos irregulares en cuentas bancarias en EE. UU.
La periodista Adela Navarro, del semanario ZETA de Tijuana, reveló que hace dos semanas, Carlos Torres intentó cruzar a EE. UU. por la garita internacional de Tijuana, donde un oficial del CBP detectó una alerta del Departamento de Estado y le informó sobre la revocación de su visa.
El periodista Gustavo Macalpin calificó a la mandataria como “narcogobernadora”, señalando que tanto ella como su esposo están siendo investigados por el Departamento del Tesoro y la DEA por lavado de dinero y narcotráfico.
Hasta el momento, el gobierno estatal no ha respondido directamente a estas acusaciones, mientras que la situación ha generado debate sobre la transparencia y la influencia política en Baja California.










