El presidente Andrés Manuel López Obrador ha descartado la posibilidad de adquirir la marca Mexicana de Aviación para la nueva aerolínea que será operada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) a partir de diciembre. Esta decisión se tomó luego de no llegar a un acuerdo con un grupo de extrabajadores de la aerolínea.
Durante la conferencia de prensa matutina, el mandatario explicó que el Gobierno federal no desea verse envuelto en litigios ni tener problemas con los exempleados que se negaron a vender la marca. Se les había ofrecido medio millón de pesos a cada uno por los derechos de la marca, pero no se llegó a un acuerdo.
“No queremos comprar un pleito. Hicimos un llamado a los abogados y a los trabajadores, pero no llegamos a un acuerdo”, expresó el presidente. Agregó que se realizará una reunión el sábado para tomar una decisión al respecto y se informará públicamente. Lamentó no poder adquirir la marca, ya que el dinero se distribuiría de manera equitativa entre los exempleados, como se había acordado inicialmente.
El presidente López Obrador reveló que su Gobierno ha registrado varios nombres que podrían ser utilizados para la nueva aerolínea. Sin embargo, decidió no revelarlos debido a la presencia de “coyotes” que podrían apropiarse de los nombres. Hace unas semanas, se mencionó el nombre “Maya” como posible denominación para la aerolínea, pero alguien registró ese nombre ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) el mismo día, por lo que no podrá ser utilizado.
Asimismo, se informó que la nueva aerolínea ya cuenta con 10 aviones listos para iniciar operaciones. Esta compañía ofrecerá vuelos nacionales e internacionales, así como servicios de carga. El Gobierno de México continúa trabajando en la puesta en marcha de esta nueva aerolínea con el objetivo de fortalecer el sector aéreo del país y ofrecer una opción competitiva y eficiente a los usuarios.